IV

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<<IV>>

"Es por nuestro bien."

Su mano acaricio su pecho.
Sus ojos se abrieron mientras el vasto universo cantaba la misma melodía. Nadie había venido a molestarlo como era de costumbre, sin burlas o remarques de su gran 'actitud' insoportable.

Todo era armonioso, no había nada que interrumpiera un gran 'dia' como este para el.

La brisa en su interior acarició con cariño su núcleo, caliente y calmado como era de costumbre. Su paciencia había estado pidiendo a gritos un descanso de los demás para estar a su soledad y pensar para saciar sus dudas.

Todo esto es una rutina común en la vida diaria del planeta celeste, desde que había nacido...y por ser el último planeta en formarse de este sistema solar—o al ser el último que Helios creo—tenia aquella pequeña costumbre de que sus palabras sean más escuchadas que la de los demás.

Helios lo consideraba importante.
Gaia no sabía si lo era.

Helios siempre lo mencionaba, era importante, que un planeta como el tenía potencial y una vida tan hermosa que no debía desperdiciarse. Sus ojos siempre estaban llenos de bondad, cariño y pura amabilidad...un ejemplo a seguir para Gaia.
Era la estrella que le brindaba luz, y la que hacia brillar a Selena por la noche, ambos estaban agradecidos por dicho apoyo por parte de su creador.

Por parte de Helios...
Digamos que el estaba demasiado agradecido cuando vio a Gaia (re)nacer del polvo, sonriendo cuando lo volvió a levantar con sus manos...cuando después de tantos llantos pudo volver a ver la cara del planeta que perdió.

Años antes de que Gaia despertara, antes de que Gaia naciera...

Theia choco contra Proto-tierra por accidente.
Tierra fue atacado con un asteroide.
Tierra fue destruido por las lunas.

Era la cuarta vez.
No podía volver a suceder después de tanto tiempo.
Sería demasiada coincidencia para ser puros 'accidentes' y ya sería considerado una maldición si esto seguía así.

La estrella más brillante del sistema solar, siempre mantenía su enfoque en dos planetas que consideraba importantes. El más alejado de todo el sistema solar, y el único planeta con vida en este sistema apagado.

Siempre se comunicó con ellos (mucho más que con los otros planetas) y siempre terminaba por decirles como eran sus tareas o dictarles alguna que otra regla que tendrían que seguir al pie de la letra si querrían seguir existiendo por más tiempo en este universo.
Como era de esperarse, Poseidon siguió las reglas a pie de la letra junto a Hades, y a la tierra no le quedó más opción que seguir las reglas que seguían el regimen de Helios, así, quedando bajo su cuidado.

"Lo hago por tu bien."
Esas palabras fueron retumbando en sus pensamientos.
Delicadamente, levantó su mirada para observar los cálidos ojos de su creador, quien, le sonrió de forma dulce.

Hermes tenía los brazos cruzados, desviando la mirada de la situación. Susurrando suaves palabras inaudibles para el planeta con vida, quien sostenía sus brazos nervioso.

"Si tú supieras lo que yo sé...estarías en mi situación."

Fue como un asteroide estrellado en su núcleo.
Desde ahí, Gaia solamente se concentro en seguir las reglas tal y como Helios quería.

𝙀𝙖𝙧𝙩𝙝'𝙨 𝙍𝙚𝙗𝙞𝙧𝙩𝙝 - 𝘽𝙚𝙩𝙬𝙚𝙚𝙣 𝙨𝙩𝙖𝙧𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora