Rutinas.

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La puerta del piso se abre suavemente. Juanjo entra, cargando una maleta y una bolsa de viaje. Está visiblemente cansado, pero sus ojos se iluminan al ver el familiar interior del piso. Martin, que estaba en la sala viendo televisión, escucha el sonido de la puerta y se levanta rápidamente, con una sonrisa radiante en el rostro.

Martin sale corriendo hacia Juanjo.

— ¡Juanji! ¡Por fin estás en casa!

Juanjo suelta sus cosas justo a tiempo para recibir a Martin en un abrazo apretado. Se quedan así por un momento, disfrutando del reencuentro.

— Te he echado tanto de menos, Do.—hablo bajito cerca del oído de Martin

— Yo también, amor. — le acaricia la mejilla con ternura.— ¿Cómo te ha ido en el programa?

— Fue genial, pero agotador. Lo mejor es estar de vuelta contigo.

Martin le toma la cara entre las manos y le planta un beso suave en los labios.

— Venga, vamos a sentarte. Te prepararé algo de comer.

— Sabes que adoro cocinar, bigotes. ¿Por qué no lo hacemos juntos?—rio suavemente

Martin sonríe, feliz de compartir ese momento. Se dirigen a la cocina, todavía tomados de la mano. Juanjo empieza a sacar ingredientes del refrigerador y de los armarios.

— Voy a preparar algo especial para celebrar que  los agaportnis estan jundtos otaa vezz.—hablo como bebé haciendo un puchero.

— Ay ¡Que mono!—lo tomo de las mejillas dando besos en la cara —Claro, aunque sabes que no soy muy bueno en la cocina. Pero contigo, todo es más divedtido.—imito su tono de voz.

Juanjo sonríe y le pasa a Martin algunos vegetales para que los lave y corte, la cocina se llena de risas y conversaciones sobre los días que pasaron separados.

— ¿Y qué tal ha sido tu semana, agaportni? ¿Te ha ido bien en el set de grabación?

— Ha sido bastante ocupada, pero emocionante. Extrañaba nuestras cenas juntos. La casa se sentía tan vacía sin ti.

— A mí también me faltabas mucho. Pero ya estoy aquí, y espero no separarnos otra vez tan pronto.

Martin se acerca a Juanjo y le da un beso en la mejilla, dejando los vegetales a un lado.

— Eres mi hogar, amor. No importa dónde estemos, mientras estemos juntos.

Juanjo tomo las manos de Martin.

— Y tú eres el mío, bigotes. Vamos a disfrutar de esta noche.

Terminan de cocinar juntos, preparando un plato delicioso. Se sientan a la mesa, disfrutando no solo de la comida, sino también de la presencia del otro.

— Después de cenar, ¿qué te parece si vemos una película? Algo relajante para terminar el día.

—Jo,me parece perfecto, Juanji.

—Ay mi chico,como te heche de menos.

— No importa cuán lejos viajes o cuán ocupados estemos, siempre te voy a esperar aquí, con los brazos abiertos. Porque te amo más de lo que las palabras pueden decir.

Juanjo siente su pecho irradiar  de felicidad. Se inclina y besa a Martin con ternura.

— Y yo a ti, Do. Por siempre.

Después de terminar de cenar, ambos recogen la mesa juntos, sintiendo una profunda paz al estar finalmente reunidos. Se abrazan una vez más, disfrutando del momento.

Lo Que Somos || JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora