Rehabilitación de Villanos

No me importa que sea un villano

–Alto ahí villano!– gritó una voz conocida detrás de Dabi. Unos segundos después, estaba atado con unas vendas en su torso.

–Hum? Eraser Head?– dijo el fatigado, con tono cansado y una lenta reacción, esto también lo notó el azabache dueño de las vendas.

–Que hacías detrás del restaurante?– preguntó Eraser. –Buscaba comida–,dijo Dabi sin más.

El héroe pareció extrañado, cosa que demostró con una mueca. –Y por qué en la basura? Por qué no robás como acostumbran a hacer?– preguntó.

–Haces demasiadas preguntas...– dijo Dabi perdiendo el equilibrio. –No tengo fuerzas para siquiera correr– dijo, mientras se le ponían los ojos en blanco por un segundo.

A Eraser Head cada vez le parecía más extraño todo, se acercó y preguntó,– Hace cuanto que no comes? Tu estómago está haciendo mucho ruido–.

–Dos semanas? No sé, no recuerdo muy bien– habló en un tono bajo el menor.

Eraser estaba descolocado, iba a decir algo más, pero de repente vió unas marcas en la cara de Dabi, eran como de sangre, sangre que caía directamente de sus ojos. Bajó la mirada hacia las piernas del menor, ya que sentía que era él el que lo sostenía, y, en efecto, Dabi no podía sostenerse por sí mismo y sus piernas temblaban.

–Que onda con tus piernas?– dijo volviendo a levantar la mirada, para su sorpresa, el chico no estaba consciente, sus ojos estaban en blanco, y todo su cuerpo empezó a temblar.

Aizawa se asustó y sacó las vendas que rodeaban su torso, y antes de que pudiera caer, lo agarro y cargó al estilo princesa. Estaba muy frío, su respiración era irregular, de sus ojos empezó a brotar un líquido carmesí a modo de lágrimas, y todo su cuerpo empezó a temblar muy fuerte.

No se lo pensó dos veces, salió corriendo hacia la U.A. A pesar de que era un villano, estaba claro que no estaba bien, lo que le estaba pasando no era normal.

A mitad de camino, sintió como Dabi tensó todo su cuerpo, estaba apretando los dientes, parecía que se iban a romper. Por miedo a que se lastimara, puso un pedazo de sus telas en la boca del menor.

Por un momento, Aizawa había olvidado que estaba cargando a un villano, y le recordó a sus estudiantes. En ese momento, lo veía como un niño más a pesar de su edad y a lo que se dedicaba.

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Toga despertó sobresaltada, había tenido una pesadilla. Miró a su jefe, aún desmayado, y miró hacia el otro lado, buscando a Dabi. No lo encontró, empezó a preocuparse, por la cantidad de ruido y el hambre que sentía, calculaba que habían pasado al menos unas dos horas, dos horas en las que Dabi no había regresado.

Normalmente en aproximadamente treinta minutos, regresaba con algo de comida, ésta vez, no había vuelto ni con un banquete, ni con una aceituna, directamente no lo había hecho.

A Toga se le cristalizaron los ojos, en un par de minutos, las lágrimas resbalaban por su mejilla.

No quería abandonar el lugar donde estaba por dos razones, la primera, si Dabi volvía y no estaban se preocuparía, la segunda, ella era de complexión pequeña, no le daría ni el cuerpo ni la fuerza para cargar a Shigaraki, y ni en pedo lo dejaría ahí, solo e indefenso.

Se decidió a simplemente seguir durmiendo, deseando que al despertar, Dabi estuviera a su lado.

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Aizawa corría lo más rápido que su cuerpo le permitía, entrando al fin en el campus de la U.A. Corría por los pasillos, por suerte, era muy tarde y no había nadie, pero sabía que la enfermería siempre estaba en servicio por las dudas.

Al llegar, tocó frenéticamente la puerta. Al cabo de unos 30 segundos, una anciana apareció por ésta, algo extrañada, pues si bien, la enfermería estaba siempre a disposición por si a caso, no muchas veces venía gente a esa hora.

La anciana levantó la mirada para ver a Shota sosteniendo a un pelinegro, la anciana quedó perpleja, –Ese es Dabi?!– exclamó extrañada.

–Si, y qué? Ahora en serio ayúdame, ya sé que es un villano, pero no lo puedo dejar así– dijo entrando a la enfermería.

Eraser le contó lo que había pasado, y la anciana escuchaba con atención.–Tienes idea de algo, Recovery?– dijo Aizawa poniendo a Dabi en una camilla.

–Pues pueden haber muchas causas para la fatiga– dijo, acercándose al pelinegro desmayado. –Ayudame, quieres? Sientalo para que pueda sacarle el canguro–.

Aizawa hizo caso y sentó al menor en la camilla mientras lo sostenía para que no se cayera. Recovery iba a sacar el canguro, pero cuando agarró la parte de abajo expresó su sorpresa con palabras,–Hum, que raro, solo tiene el canguro, no tiene camiseta– dijo, y se lo sacó al chico.

Cuando su pecho ya estaba al descubierto, ambos quedaron de piedra. Era evidente lo que le había pasado. Cuerpo pegajoso, piernas temblorosas y mordidas y chupetones.
Él simplemente podría haberse "divertido" con alguien, pero es que las marcas eran muy violentas. Los chupetones estaban muy rojos, y algunos incluso morados, y las mordidas eran profundas y habían demasiadas. La anciana bajó el pantalón del chico y lo dejó en bóxer. Sólo en la ropa interior, se notaba que también tenía mordidas en la cintura e incluso en su trasero (me siento extraña diciéndole así), además de sangre en la parte de atrás del bóxer.

Aizawa y Recovery Girl se estaban preocupando, era claro como el agua que Dabi no había querido hacer eso, pues también tenía marcas de agarre en sus muñecas y cintura.

–Necesito que te vayas, Aizawa, no te preocupes, yo lo voy a cuidar, se vé que tengo trabajo– dijo la anciana empujando a Shota, –Voy a bañarlo, cambiarlo, y voy a hacerle una prueba de sangre, luego trataré sus heridas, ahora vete a dormir, que mañana tienes que dar clases y no quiero que estés más cansado de lo habitual– agregó antes de cerrar la puerta en la cara de un pelinegro exaltado, sin más que decir o hacer, se fue a dormir, tendría mucho trabajo al día siguiente.

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Bueno! Hasta acá este capítulo!
La verdad me sorprendió la cantidad de palabras, no creo superar éste récord!

Palabras: 1093