29 de Noviembre

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Me desperté pero esta vez sin el sonido de la alarma, sino porque alguien me estaba moviendo.

Abrí los ojos y noté que lo que me estaba moviendo era Paul, que no paraba de moverse.

-¿Paul?¿Estás bien? -le pregunté tocándole el brazo-.

- Me encuentro muy mal Olivia -me susurró mientras se destapaba- tengo calor y luego frío, encima estoy sudando.

- A ver, ven -me incorporé quedándome sentada- intenta sentarte enfrente mía -cogí el móvil que tenía debajo de la almohada para poner la linterna y ya de paso mirar la hora, eran las 7, quedaba 1 hora y 30 para que sonara la música- Dios mio Paul, estás sudando muchísimo -le dije mientras le enfocaba con la linterna y con la otra mano le tocaba la cara-.

- Olivia te lo juro que me encuentro como el puto culo -se apoyó en la pared-.

- Ven, vamos a echarte agua y que bebas un poco.

Le ayudé a bajar de la cama y le di la mano, así fuimos a la cocina.
Él se apoyó en la mesa mientras yo iba a por su vaso de agua. Se lo di y el pobre bebió de muy poco en poco mientras yo le acariciaba la espalda.

- Aún no hay nadie que nos pueda dar una pastilla, pero en cuanto enciendan las luces voy a pedir que nos la den, vale? -le acaricié las mejillas-.

- No, por favor Olivia -me quitó las manos de sus mejillas y las agarró entre sus dedos- me harán quedarme en la cama y quiero ensayar, por favor.

- Paul estás fatal, porfavor déjame pedirlo.

- No Olivia, si me encuentro peor lo pediré, te lo prometo.

- Pinkie promise? -alcé mi dedo meñique-.

- Pinkie promise -juntó nuestros dedos-.

Después de ir a la parte del aseo para mojarle la cara nos fuimos a la cama, el pobre estaba ardiendo pero aún así le dejé que se abrazase a mi aunque me pudiera contagiar.

...



Sonó la alarma y todos nos despertamos, miré a Paul, acostado en mi pecho y puse mi mano en su frente, ya no sudaba pero seguía teniendo cara de estar malo.

- Paul, venga vamos a desayunar que te vendrá bien -le acaricié el pelo mientras se lo decía-.

- Me haces el desayuno? -me miró y no pude negarme a esa carita, con los ojos entre cerrados, el pelo alborotado y el puchero que me estaba haciendo-.

...

Estuve toda esa mañana pendiente a él, a todas horas.
En fitness el pobre no pudo hacer casi nada, y aunque le insistí en pedir la pastilla, no quiso.

Como teníamos canto coral, me puse a su lado, y he de admitir que estaba cada 5 minutos preguntándole como estaba, aunque noté como se cansaba un poco de que le preguntase, pero eso no impidió que él se apoyara en mi siempre que quería.

Después de comer, perdí de vista a Paul, así que me fui a buscarle, realmente estaba preocupada.
No me gustaba que estuviera así de malo y siguiera sin tomarse la pastilla.

Después de buscar un rato, le encontré en la sala de Mamen, estaba tumbado en el suelo, así que me senté a su lado.

- Paul, creo que deberías de pedir la pastilla, me da miedo que te pongas peor y-

- Por dios Olivia, llevas todo el día detras mía preguntándome que si estoy bien, que si me tengo que tomar la pastilla, que si estoy muy mal, no te das cuenta de que lo único que quiero es que me dejes tranquilo? -soltó de sopetón, y esas palabras se clavaron en mi, me quedé paralizada, no me esperaba eso, yo lo único que había querido era que estuviera bien, y ahora lo único que sentía era que era una pesada-.

Me levanté mirando a un punto fijo, con los ojos llorosos, y me fui, aunque escuché detrás mia a Paul llamándome, no me detuve, me fui hacia el salón, buscando a Kiki o Naiara o incluso a Lucas o Álvaro.

Cuando vi a Kiki sola en la cocina, fui directa hacia ella y la abracé, se me escapaban las lágrimas.

- Oli que pasa? Ven vamos al baño -me agarró de la mano y me llevó al baño-.

Le conté todo lo que pasó y estuvo conmigo hasta que me calmé, las dos tiradas en el suelo abrazadas, aunque aquí dentro nos habíamos distanciado un poco, no quiere decir que internamente seamos la favorita de cada una, tenemos un hueco del corazón guardado para cada una.

Me pasé todo lo que quedaba de día evitando a Paul, vi como se tomaba la pastilla ya que Noe había visto por las cámaras como le decía varias veces que se la tomase.

Paul intentó hablar conmigo varias veces, pero todas esas veces me quedé hablando con los chicos, que son con los que estuve casi toda la tarde y noche salvo cuando ensayaba con Nai, que también me ayudó mucho a distraerme.

Puede parecer una tontería, pero el sentimiento de que soy una pesada, me afecta mucho más de lo que debería. Y que una de las personas más importantes para mí me diga eso... Me afectó.

Cuando todos los chicos y yo terminamos de cenar nos fuimos a la terraza. Estuvimos allí mucho rato entre risas, aunque yo solo tenía mi cabeza en las palabras que me dijo Paul horas antes.

Cuando ya todos teníamos sueño, nos fuimos a la cama, yo esta vez me fui directa a mi cama.

- Oli? -escuché que Paul me llamaba- duermo en mi cama? -me preguntó, de verdad pensaba que después de lo que me dijo iba a estar tan normal con él?!-.

- Haz lo que te dé la gana Paul, si sea lo que sea que haga va a hacer que te moleste -no se ni por qué le hablé así (bueno un poco lo sabia) pero la rabia y la tristeza me consumía-.

Él se fue sin decir nada a su cama, después de mucho tiempo, volvía a dormir sola, y en cuanto apagaron las luces de la habitación, volví a llorar. No podía evitarlo, me era imposible.


































HOLA BEBEEEEEEEEES.

Aquí tenéis un nuevo capítuloo.

Espero que os esté gustandoo.

Ya sabéis que si queréis darme opiniones o ideas estoy abierta a elloo.

Gracias a todos por el apoyooooo.

Votar y comentar que sabéis que me ayuda muchoo.

Os quierooo.

🫶🏻🫶🏻🫶🏻

Eres tu... Siempre lo serás (Paul Thin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora