capítulo 3

31 3 6
                                    

En la habitación de las ex isleñas, se encontraban los cuatros originales, analizando una larga lista, nombres tras nombre, de pequeños perdidos y maliciosos descendientes de villanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la habitación de las ex isleñas, se encontraban los cuatros originales, analizando una larga lista, nombres tras nombre, de pequeños perdidos y maliciosos descendientes de villanos.

Una decisión difícil, tantos niños, tantas almas en desgracia que nacieron en su hogareña inmundicia, que compartieron las mismas vivencias y carencias, merecían las mismas oportunidades.

¿Como elegir solo cuatro?

— obviamente, mí Dizzy va a venir —obvio Evie con una sonrisa ensoñada, Mal alza sus cejas, divertida—. Ya hablé con Doug, me ayudó a amueblar toda la habitación para ella... Cuando llegue tendré un pequeño espacio en mí pequeño hogar...

— claro, porque un castillo gigantesco será un pequeño hogar —responde divertida Mal. Evie le guiño el ojo divertida—. Sé que le encantará, es Dizzy, amara vivir debajo de un puente si es contigo. Le agradará a Doug.

— será como adoptar sin casar se —bromea Carlos, acariciando detrás de la cabeza a Dude.

— las adopciones son divertidas, seguro Evie le dará muchos mimos en la pancita —comenta Dude, con su cola bailando felizmente.

— lo haría, pero todas son para tí —bromea Evie, haciendo ladrar de felicidad al perro parlante.

— ¡Genial!

— bueno, tal vez no sean caricias en la pancita... Pero un buen hogar y oportunidades, seguro les encantará —sonrie Mal, poniendo en el muro de bocetos de Evie (actualmente lista de fotos de los niños) la foto de la niña de mechones coloridos—. Sé que amara Auradon y encontrarán un lugar aquí... Como nosotros.

Evie abraza a su amiga, sonriendo emotiva ante la idea. Esos niños acostumbrados a solo elegir un camino para sobrevivir, llegando a cumplir sueños que siquiera sabían que tenían, descubriéndose a ellos mismo y lo que sería una vida casi imposible en su tierra natal.

Era lo que los haría suspirar de ensoñación, y siendo sinceros, era lo único que hacía a Mal olvidar el tema de Uma y un posible regreso.

— ¡Bien! ¡¿Quién es el próximo en la lista?! —sigue Mal.

—  Squeaky y Squirmy —Carlos muestra las fotos de dos pequeños peliblancos—. ¿Cuál escogemos? Squeaky no es muy buen corredor, Pero Squirmy no es tan buen conversador, pero se adaptarían bien...

— no creo que debamos separar a las familias —concreta Evie.

— que sean los dos. Las familias deben estar unidas, como nosotros —concuerda Mal, antes de fijar se en la extraña montaña de músculos y cabello largo que se había mantenido al margen de todo— ¿Tu que crees Jay?

Todos fijaron sus ojos en el árabe, apenas percatandose de que había estado mirando fijamente su celular, con una expresión languida, jugueteando con una pelota de tourlyng.

¡Una princesa en apuros! (Jaudrey) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora