Olvida que eres un robot ♡ [Ruby x Skell]

Dulces sueños

Skell:
Hace mucho que no veo una tormenta...

Murmure observando a través de la ventana, había una gran tormenta, las clases habían sido suspendidas por el acontecimiento.

Skell:
Supongo que tendré un día libre...

Normalmente me sentiría feliz de estar tranquilo por un día, sin clases y sin ver a esas profesoras, pero no es lo mismo si sé que no veré a Ruby, ni siquiera sé cómo se encuentra... Ni siquiera le devolví su mantita... Ugh.

Tengo el presentimiento de que será un día muy aburrido, no tengo tareas, genial, pero... Ya no sé qué hacer, afortunadamente mis padres están en casa, por fin, no irán a trabajar debido a la tormenta, casi nunca paso un día entero con ellos, por lo que es raro, ni siquiera sé qué contarles...

¿Les hablo de Robby? ¿Riley?.. ¿Ruby? No, tal vez no sea algo muy interesante para ellos, tampoco es que tenga muchas ganas de contarle sobre ellos, digo, no creo que sea necesario después de todo, ni tampoco creo que me vayan a preguntas sobre ellos alguna vez... Sólo espero.

Así que, lo mejor será estar en mi habitación mientras espero a que mamá y papá terminen el almuerzo...

Observo detenidamente mi habitación y veo el dibujo de Ruby pegado en la pared, enciendo la luz para verlo mejor y... Es bellísimo.

Skell:
Ruby...

Sentado en mi cama estaba mi muñequito de lana, con su traje amarillo impecable, hasta yo me sorprendo de lo mucho que lo he cuidado. Usualmente no me interesan este tipo de cosas y las dejó en el ático en una caja sucia de cosas que ya no usó y tal vez regalemos.

Me acosté junto a él en la cama y me puse pensativo nuevamente. Es una gran suerte la que tuve al tener a Ruby como amiga, pero al mismo tiempo... No sé, me siento muy confundido, he estado atrapado en mis pensamientos esta semana, más de lo normal, más que los meses anteriores, recuerdo que al principio estaba confundido con lo que sentía... No tenía ni la menor idea de por qué mi corazón latía como loco con solo mirar por un segundo a Ruby, no sabía nada, ni sospechaba nada, sin duda esa conversación que tuve con Mister Demi dió un giro inesperado a la situación.

"Vaya, quizás esto te deje muy pensativo y te lleves una gran sorpresa, Skell, pero lo que sientes... Es amor..."

Amor... Esa palabra imposible de sacar de mi cabeza, seguía resonando, incluso si fue hace meses continuaba pensando en ello, como si estuviera encerrado en una habitación con la palabra "amor" escrito en todos lados. Sin embargo, pude sentir como mis párpados me pesaban, me sentía cansado, muy cansado, quizás fue porque anoche estuve pensando mucho en esos latidos que escuché, no entiendo de dónde venían y eso me provocó una noche sin dormir...

Skell:
No me quiero dormir... No me quiero dormir... Debo esperar hasta el almuerzo.

Pero mi cansancio iba contra mis palabras y sin darme cuenta lo que parecía ser un pestañeo se volvió... Mi sueño...

Me sentía ligero, como si estuviera flotando en agua, pero luego sentí que algo golpeaba mi cabeza y desperté en una habitación extraña, no era mía ni tampoco estaba en mi casa.

Era un habitación con paredes amarillas, sólo una ventana, la cama era simple con una manta de color verde, los muebles alrededor se veían viejos y habían cuadros borrosos, no podía descifrar lo que había en ellos. Las luces de la habitación encendían y apagaban, era como si estuvieran malas.

Me levanté del suelo y miré a mi alrededor un poco confundido, resonaron pasos fuera de la habitación, me asusté y me escondí bajo la cama hasta que se escucharon unas voces afuera.