06: Corazón roto en azzurro.

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06: Corazón roto en azzurro.

En Miami las cosas en pista fueron difíciles, no les había ido bien, y aunque para la carrera saldrían en buena posición, no lograron mantener ese 2-3, sumarían puntos con su resultado de 4-5 pero sabía que a los dos les hubiera gustado llegar a podio.

Salió de su habitación, luego de haber sido convencido por Checo de ir con él y Max a la celebración, al final aceptó, maldijo mentalmente cuando de la puerta a su lado salió el español que estuvo evitando.

—Hola Charles.

—Hola —saludó cerrando su puerta, sin voltear caminó al elevador.

—¡Espera!. —Carlos lo siguió-. Quiero disculparme por lo que te dije.

—Da igual —quiso dejar el tema de lado.

—No, no da igual, me he comportado como un idiota, lo siento. —Esa maldita sonrisa, como la amaba.

—Descuida, todo bien. —Sonrió sincero.

—¿Ya te vas al antro?. —Asintió—. ¡Genial!, yo también, ¿qué tal si vamos juntos?.

No quería hacerlo, pero si lo rechazaba de seguro empezaría a preguntarle por qué se distanciaba de nuevo, y no le apetecía mentir ahora, así que simplemente aceptó y los dos se adentraron al elevador, el silencio no tardó mucho en romperse cuando Carlos le preguntó lo que había hecho la semana previa, él regresó la misma pregunta, aguantando las ganas por saber sobre lo ocurrido en la habitación de hotel de Lando en China.

—Y por cierto, ¿Cómo está Rebecca?.

—Ella está bien, al menos eso fue lo último que supe.

—¿Quieres hablar de eso?.

Iban los dos en un taxi, y como su plática sobre su semana de descanso había concluido decidió preguntar por la chica para o regresar al silencio.

—Tuvimos una discusión por teléfono en China, ya habíamos estado teniendo problemas desde antes, ambos estuvimos evitando hablar de ellos pero al final eso fue lo que nos afectó.

—Oh, lo siento —se disculpó por haber preguntado imprudentemente.

—Está bien, estas cosas pasan. —Le restó importancia—. Aprovechamos la semana pasada para vernos y terminar.

—La prensa tendrá de qué hablar entonces —jugó, Carlos sonrió.

—Sí, supongo que en cuanto lo sepan lo harán.

Dejaron ese tema cuando Carlos le anunció que habían llegado, descendieron del vehículo luego de pagar, así que los dos se adentraron al lugar, la música estaba alta, había mucha gente bailando, así que decidieron ir a la barra para continuar, a gritos, su plática.

—Creo que si no me hubiera enfocado tanto en pelear con Fernando, Checo no nos hubiera rebasado a ambos.

—Sí, aunque fue un rebase excelente -opinó, saludando a lo lejos al piloto del que hablaban.

—Eso es verdad, Checo es un piloto muy impresionante, por cierto, ustedes últimamente son más cercanos. —El madrileño imitó su acción.

—Sí, es la pareja de mi amigo después de todo, a veces uno necesita con quien desahogarse sobre su relación.

—Que no te escuche Max. —Ambos rieron.

—Es mentira, ellos están bien juntos, no he oído alguna queja, bueno quizás que Max pasa mucho tiempo en el simulador, y que a veces suele ser muy celoso.

El Último AñoWhere stories live. Discover now