El Último Año

20: De Padres a Padres.

20: De Padres a Padres.

Italia le gustaba tanto como le gustaba Mónaco, no era solo por la comida o la buena vibra que recibía por parte de los Tifosi; no sabía que era pero simplemente le gustaba pasar tiempo ahí, y qué mejor para aprovechar esa semana de descanso que tenían, antes de volver al tema del trabajo, decidió quedarse en Monza, y para nada tenía que ver el hecho de que Carlos también se haya quedado.

Se había esforzado, y el resultado lo tenía en esa victoria, la cual no hubiera sido posible sin Carlos, su estrategía le favoreció, lamentablemente no a quien la había propuesto; ahora ambos disfrutaban de una semana de merecidas vacaciones, ah, además la familia del español también estaba ahí, se encontró con sus padres, con quienes podía presumir que llevaba una buena relación.

Había aprovechado ese día para relajarse, ya había visto un par de publicaciones en redes de los fanáticos los cuales comentaban el hecho de que sus vestimentas combinaban, pues todos al parecer habían decidido usar mezclilla, sonrió al recordarlo, a Carlos se le veía bien el conjunto que usó, pero todo lo que su compañero usará se le vería bien, por algo no podía apartar la mirada de él cada que se encontraban.

Su celular empezó a sonar por lo que dejó de hacerle mimos a Leo, haciendo al cachorro ladrar en protesta, se levantó del sofá para agarrar el aparato y contestó mientras iba de regreso con su mascota, quien rápidamente se acostó en su regazo pidiendo atención.

—Hola Max, ¿Qué tal las vacaciones?.

"Hola, no hay vacaciones esta semana para mí".

El rubio le recordó lo que ya le había dicho, que tanto Sergio como él viajarían a la sede del equipo para intentar averiguar qué ocurría con los monoplazas, pidió perdón a su amigo al no recordarlo.

"Yo debería de pedir perdón, no supe en qué estado quedaste luego de la fiesta, como tuve que viajar el martes ya no te pude hablar antes".

—Oh, descuida. —Sonrió ante la preocupación del rubio—. Estoy bien, y bueno, supe que me trajiste así que gracias por eso, dormí bastante pero todo bien.

"De nada, ¿y Carlos?".

—Bien, me contó que él fue quien te llamó.

"Sí... porque tú insististe en que querías hablar conmigo, aproveche y los deje a ambos en sus casas".

—Gracias por ello, no lo recordaba, creo que abusé del alcohol. —Se rio por su propia broma—. ¿No dije nada vergonzoso, verdad?.

Esperó un buen rato pues el rubio permaneció en silencio del otro lado, incluso despegó el celular de su oído para verificar que seguían en llamada.

"No, obligaste a Carlos a que lo dejáramos primero en su casa porque querías hablar conmigo a solas, él se rehusó al principio pero lo convenciste, no supe como porque te bajaste con él y hablaron un rato, cuando te volviste a subir al coche empezaste a decirme lo mucho que lo querías y lo mucho que lo extrañarías el próximo año".

—¿En serio hice eso?. —Sintió la vergüenza apoderarse de él—. Lo siento.

"Descuida, es bueno que te hayas desahogado con alguien, aunque creo que es mejor que todo aquello que me dijiste sobre Carlos se lo digas a él, eso tendría el efecto que esperas".

—Tal vez pronto lo haga. —Volvió a sonreír al recordar a Carlos—. ¿Y el trabajo cómo va?.

"Aún no sabemos qué pasa, pero espero pronto encontrar una solución".

—¿Tu padre no viajó contigo verdad?.

"Discutí con él, le dije que no lo quería cerca".

—¿Discutieron?, ¿Estás bien?, ¿Qué ocurrió? —preguntó sorprendido y apresurado.