07: Modelo de Descanso.

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07: Modelo de Descanso.

Charles se removió en la cama cuando escuchó el timbre de su teléfono, era un mensaje, el aparato volvió a emitir sonido por lo que se dio la vuelta para tomarlo y ver de qué se trataba, tuvo que tallarse los ojos para poder leer el mensaje de Checo.

|Hola Charles, fuí a ver a Carlos, está bien aunque se ve algo preocupado.

Disculpa por no haberte mandado mensaje antes.|

Luego de haber dejado a un dormido Carlos en la cama, salió para dirigirse a su habitación, después de una llorada rápida, empacó sus cosas y aviso al equipo que partiría en unas horas hacia Mónaco, como única explicación mencionó un asunto familiar sin entrar mucho en detalles.

Como el mexicano se quedaría por unos días en Miami junto a su pareja, aprovechó eso para pedirle si podía hacerle una visita a su compañero, pues se sintió algo culpable por dejarlo sin asegurarse de que estuviera bien, agradeció a Checo por la notificación y volvió a dejar en silencio el celular.

En esos días había estado recibiendo mensajes y llamadas del otro pero se había dispuesto a no contestarle, porque de todos modos no había nada que explicar, ¿Cierto?, Carlos y Lando se habían besado, al final sus sospechas resultaron ser ciertas, y él y sus sentimientos no pintaban nada ahí.

Tanto sus hermanos como su madre insistieron en un inicio que les contara lo que ocurría, pero no quería hablar de eso, era más fácil ignorarlo que hacerle frente, así que se excusó en que las carreras pasadas habían sido muy difíciles y que le apetecía descansar un poco.

Suspiró cansado, se estiró y decidió que ya había dormido lo suficiente, salió de la cama rumbo al baño para tomar una ducha, se miró al espejo al entrar, al menos lucía mejor, sus ojeras empezaban a disminuir.

—Charlie, que bien que ya estás despierto —saludó Lorenzo cuando lo vio entrar a la cocina, respondió con el mismo tono alegre caminando al refrigerador, ya acostumbrado a que sus hermanos se invitaran solos a su casa.

—¿Tienes planes para hoy?. —Se quedó quieto unos segundos, tomó un yogurt y negó en dirección a Arthur—. ¡Genial! Una amiga hará un evento de arte por la tarde y pensé que podríamos ir los tres.

—No creo, estoy de maravilla en casa —rechazó la invitación abriendo el envase que sostenía.

—Vamos, mi amiga es una artista que recién comienza, y en las primeras exposiciones no es que haya mucha audiencia, entre más gente la apoye mejor. —Sabía jugar sus cartas.

—No lo sé —dijo dudoso, aunque al final terminaría cediendo.

—Solo será un rato, te prometo que regresaremos en cuanto tú quieras.

Aceptó recibiendo la alegría de sus hermanos, tal vez se arrepentiría pero después no podrían quejarse diciéndole que salir a correr por las mañanas no se consideraba distracción del todo siendo que estaba de descanso.

Mató el tiempo haciendo lo mismo que había estado haciendo en esos días, leyendo, tocando el piano, escuchando música, todo aquello sin usar el celular, y es que entre más apartado de ese aparato estuviera en ese momento, mejor.

Esperaba que lo llevaran a un museo, pero en cuanto vio que iban a un hotel con una playa privada, cuestionó a sus hermanos por haberlo engañado.

—No es un engaño Charlie, mi amiga hará su exposición en uno de los salones de reuniones del hotel, todo fue organizado por la universidad donde estudia —le explicó Arthur.

Debió de haber preguntado antes en donde sería el evento, aunque sus hermanos no lo hubieran dejado cancelar, suspiró algo cansado, mientras Arthur y Lorenzo lo animaban a que disfrutara de la salida, él planeaba como se alejaría de ellos para poder huir de ahí.

El Último AñoWhere stories live. Discover now