Capitulo 11: Felicidad

13 0 0
                                    

Dustin McGregor:

Mi idea de hablar definitivamente no era esta. Pero, no me quejo.

Y no solo no me quejo, le sigo el beso a Jazmín mientras la acerco mucho más a mí.

Ella suspira entre mis brazos y luego de unos segundos en donde me acaricia el inicio de mi cabello, se separa mirándome directamente

—Yo... lo siento.

Mi ceño se frunce — ¿Por qué?

—Por besarte así, sin avisar. Solo... quería saber si —duda y espero pacientemente alentándola a hablar con una sonrisa comprensiva—. Quería saber si en realidad siento, uhm... lo que siento, al besarte, o si solo había sido cosa de esa vez y no sé... ya no sé ni que es lo que hago, lo lamento.

Parece agobiada. Así que la tranquilizo.

—Oye Jaz, está bien. No tienes de que disculparte, no te preocupes ¿vale?

Asiente —Gracias.

— ¿Quieres... hablar? Porque si no es así, lo comprendo. Pero deberíamos hacerlo, cuando estés lista, claro.

—Sí, sí quiero. Solo estoy nerviosa y un poco... asustada.

Tomo su mano guiándola al sofá.

— ¿Que te asusta?

—Alejarte de mí, arruinarlo.

—Jazzie, jamás harías eso. Siempre estaré para ti, ¿de acuerdo? Eres parte de mi, vivir sin ti seria como vivir sin una extremidad, así que créeme, no me alejaría de ti solo porque si.

Se queda en silencio unos segundos, contemplándome con una mezcla de sentimientos que no logro comprender del todo.

—Y, ¿sobre qué quieres hablar exactamente?

—Sobre nosotros, lo que pasó, lo que sucedió.

De nuevo, como hace una hora en la cocina, su rostro se torna rojo.

— ¿T-te arrepientes?—susurra.

— ¿Qué?—la miro incrédulo.

—Que si...

—Te escuche bien a la primera Jaz, y no, definitivamente no me arrepiento. ¿Cómo es que siquiera consideras eso?

—No lo sé, tal vez no fue... de tu agrado.

La observo atónito, mi incredulidad aumentando cada segundo. ¿Pero está loca? Llevo años queriendo al menos tocarla, besarla, ¿y ella cree que no me ha gustado?

—Joder, debo llevarte a un oftalmólogo urgentemente.

—No es...

—Sí, no es broma y no estoy bromeando, porque realmente creo que tienes que estar teniendo un problema visual, a menos que el placer te haya obstruido de una buena visión para no ver mis gestos de satisfacción de esa noche.

Creo que el rostro podría estallarle. Balbucea unas cuantas palabras y luego cubre su rostro.

— ¡Dustin!

— ¿Qué? no he dicho nada malo. Realmente me volviste loquito y ni siquiera lo notas.

—Ay dios... cállate.

—Okey.

Me mira entre sus dedos y hace esto de arrastrar las manos por su cara de forma lenta y dramática, soltando un quejido bajo.

—Estoy perdida.

Tomo sus manos y las aprieto suavemente.

—Jaz, no quiero presionarte, tampoco quiero hacerte sentir incomoda. A pesar de eso, no voy a permitir que pienses que no me gustó lo que sucedió, sí lo hizo, y más que eso, me hizo feliz. Porque ambos sabemos lo que siento, he sido transparente y creo que lo bastante claro.

Buscando un novio para Jazmín ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora