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capítulo ocho ★ ¿lo recordarás? la pieza faltante
❛ i'm on top of the world, waiting on this for a while now, i've been waiting to smile ─ on top of the world; imagine dragons.
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CASA KAYAMA ★ ABRIL 2O3O
A través de la ventanilla del coche de Nemuri, Shina fue capaz de reconocer dónde iban. A su casa. Ésta se hallaba relativamente cerca de la parada de metro en donde solía bajarse Bakugō. El orden, antiguamente, era: primero se bajaba el cenizo, luego, Eijirō, y por último, ella, que debía hacer transbordo entre los trenes para llegar a su barrio.
No era capaz de concentrarse en un solo pensamiento. Su mente navegaba entre todos los sucesos que habían ocurrido en tan sólo unos minutos. Debería estar aliviada y feliz, pero su cabeza sólo estaba llena de preguntas. El comentario que soltó su hermano Aki —que ahora estaba sentado en el asiento del copiloto junto a Nemuri—, retumbaba en sus oídos, lo repetía una y otra vez, mientras esas imágenes desconocidas se colaban en su mente, como si estuviese viviéndolas en primera persona. No entendía qué eran. Podía ver personas; eran niños pequeños, para ser exactos, pero sus rostros se mantenían borrosos, fuera de su alcance. Podía escuchar sus risas, resonando como un eco lejano en su memoria. Sin embargo, cada vez que intentaba concentrarse en esos recuerdos, una migraña intensa la atravesaba, obligándola a apartar la mirada mental de esas imágenes difusas.
Además, el hecho de que la heroína supiera lo que ocurría en su casa, quién sabe desde cuándo, la desconcertaba aún más.
Hiroyuki, a su izquierda, no había apartado su mano de la mano de Shina durante todo el trayecto. Acariciaba el dorso de ésta, jugueteaba con sus dedos, quizá como una forma silenciosa de atraer la atención de la joven, o de distraerla para tranquilizarla.
