𝐎𝐧𝐞𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐝𝐞 𝐁𝐨𝐤𝐮 𝐧𝐨 𝐇𝐞𝐫𝐨 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐲

7 ᴍɪɴᴜᴛᴏꜱ ᴄᴏɴ ʟᴀ ʟɪɢᴀ ᴅᴇ ᴠɪʟʟᴀɴᴏꜱ 🩷

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Tu quirk: Gato malvado, ¡Miau!
Advertencia: Lemoncito leve.
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En aquel bar en mal estado y a la afueras de la ciudad, la Liga de Villanos esperaba que regresará su líder.

Cada uno estaba en lo suyo.

Spinner, sentado en la barra, jugaba con su celular, era ajeno a todos.

Twice y Toga estaban hablando muy animadamente en uno de los sillones.

Mr Compress estaba en la barra también, conversando con Kurogiri que estaba de bartender.

Dabi sentado a un lado del mago en la barra también, se mantenía en silencio.
Y tu estabas entre el pelinegro y Spinner.

— ¡Kurogiri! ¿Me sirves un vasito de leche, por favor? — pediste amablemente.

— Claro, señorita. — la sombra cumplió con tu capricho y después de darle a Compress su trago, te dió lo que pediste.

— Yo puedo ayudarte con eso, gatita. — insinuó Dabi, en doble sentido.

— Ugh Dabi... — hiciste una mueca. — Pero sería... ¿Leche hervida? — murmuraste pensativa, aceptando el vaso que te daba Kurogiri.

Dabi estaba por responder, seguramente que nada de palabras bonitas, cuando el mago lo interrumpió.

— Leche cortada. — habló Compress después de darle un sorbo a lo que parece ser tequila.

— En muy mal estado. — se burló Spinner, aún inmerso en su juego.

— Imposible de consumir. — agregó Twice, que escuchó lo que decían.

Todos se burlaban del pelinegro, y no pasaron ni cinco segundos antes de que varias llamas azules lo rodearan.

Pero Kurogiri lo calmó, dejando frente a el un vaso de whisky y hielo.

— Somos aliados, no debemos atacarnos entre nosotros. — recordó la sombra.

Con enojo, Dabi se calmó y aceptó el trago, bebiéndolo de una.

— ¿Cuánto falta para que regrese Tomura? Me aburro... — exclamó Toga.

— Por lo que tengo entendido el señor Shigaraki llegará dentro de poco. — respondió Kurogiri con cortesía.

— ¡Hagamos algo! — propuso la rubia.

— No molestes Toga. — espetó Dabi.

— ¡Un juego entre todos! ¿Podemos Kurogiri? — siguió Toga, sin importarle lo que dijo Dabi.

— Mientras no rompan nada pueden jugar. Además les vendría bien para que algunos se amiguen más con otros. — respondió la sombra mirando directo al pelinegro.

— ¡Aaahh! ¡Ya sé a qué jugar! ¿Kurogiri está vacío el pequeño armario de la despensa? — insistió Himiko, acercándose a la barra.

— Si, ya no nos queda comida. — contestó la sombra.

— No hay problema después salgo a robar. — sonreíste.

— Yo te acompaño. — agregó Spinner, sin levantar la mirada de su celular.

— Gracias lagartija. —

— De nada gato montes. —

— Yo también voy, la última vez que trajiste comida solo había atún y leche. — se quejó Dabi.

— Mentira, también traje las papitas que le gustan a Himiko. — dijiste en tu defensa.

— Con eso no hacemos nada. Además te la pasas comiendo atún. Es repugnante. — volvió a quejarse el pelinegro.