❤️Historias cortas.
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💛Headcannons.
💚Todo sobre nuestros héroes y villanos favoritos.
🩵Pedidos abiertos.
💙 Sí, hay lemmon.
💜Los personajes pertenecen a Kohei Horikoshi.
🩷Ni la portada o las imágenes de cada capítulo me pertenecen...
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𝙾𝚍𝚒𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚎 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚎𝚜
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Desde el festival deportivo, la existencia de cierto rubio se había convertido en una espina en tu costado. Neito Monoma, ese arrogante y presuntuoso chico de la Clase B, se había encargado de hacerte la vida imposible desde que perdiste los enfrentamientos individuales en el festival. No había día en la UA en el que no te lanzara una mirada llena de desdén o comentarios sarcásticos.
— ¡Ah, pero si no es más que la estrella caída de la Clase A! ¿Qué se siente ser solo una sombra de los verdaderos héroes? —
Tus dientes rechinaron. Te habías propuesto ignorarlo desde aquel primer comentario venenoso que lanzó, pero Monoma sabía cómo tocar tus fibras más sensibles. Cada vez que lo veías, el resentimiento hervía en tu interior. No era solo su desprecio hacia ti, sino hacia toda la Clase A. Sus burlas eran constantes, y aunque habías aprendido a soportar las rivalidades con otros alumnos, con él era imposible.
Lo odiabas.
Y él te odiaba a ti.
Para Monoma, el festival deportivo había marcado el inicio de su desprecio hacia ti. Ver cómo tu equipo lo superaba en la competencia de caballería humana fue el colmo de su frustración. A sus ojos, representabas todo lo que estaba mal con la Clase A: eras arrogante, engreída, y siempre recibiendo toda la atención, incluso cuando no lo merecías. Desde ese día, Monoma se había prometido que haría lo que fuera necesario para demostrar que la Clase B era mejor, más específicamente, que en comparación tuya él era mejor.
— ¿Qué queres, Monoma? — le espetaste, deteniéndote y enfrentándolo directamente. Tu paciencia se agotaba más rápido cada vez que tenías que soportar sus insultos.
Monoma soltó una risa seca y se acercó, lo suficiente para que ambos quedaran cara a cara, a pesar de ser más alto, no te inspiraba miedo.
— Solo quería recordarte que el hecho de que estés en la Clase A no significa que seas mejor que nadie. Ya sabes, por si lo olvidaste después de tu última humillación. — sonrió con cinismo.
Te mordiste el labio, tratando de no caer en su juego, pero era imposible. Él sabía exactamente qué decir para provocarte.
— ¿Humillación? — respondiste, alzando una ceja. — Si no mal recuerdo, fui yo quien te derrotó en el festival. Deberías agradecerme por haberte mostrado tus debilidades. — se la devolviste, con esa misma expresión que siempre te dedica.
La sonrisa de Monoma se desvaneció ligeramente, y por un segundo viste destellos de la rabia que intentaba ocultar. Sabías que la competencia de caballería aún lo hería, que ser vencido por alguien de la Clase A era una astilla que no podía sacarse de la piel.
