Estoy atormentada por el pasado, la imagen asquerosa todavía persiste en mi mente, él me sentenció a odiar el contacto físico.
Pero al final, toda mi historia se resumió con una frase: Alguien me cogió a pesar de mis espinas.
Por cierto, la obra es...
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2 Junio
A medida que el coche avanzaba, las luces de los edificios se iban difuminando en el horizonte, creando un paisaje de ensueño que parecía sacado de una película. Las sombras bailaban en las aceras, cobijando secretos y susurros que solo la noche conocía.
El aire fresco de la noche acariciaba mi rostro a través de la ventanilla abierta, trayendo consigo los aromas de la ciudad que nunca dormía.
Finalmente, el coche se alejó de la ciudad, dejando atrás ese mundo de luces y sombras que había hipnotizado mis sentidos. Pero en mi mente, la imagen de la ciudad de noche permaneció grabada, como un recuerdo imborrable.
Más adelante nos adentramos en un frondoso bosque, dónde un pequeño camino se postraba ante nosotros, de manera habilidosa condujo hasta una gran mansión, rodeada de seguratas y perros policía.
-Bienvenido señor- Dijo uno de los empleados mientras le habría el portón.
Dominic aparcó el coche justo en frente de la gran puerta y se giró en mi dirección.
-Sé que ya ha amanecido pero aún así no hemos dormido mucho, será mejor que te vayas acostumbrando a tu nueva casa, pasarás aquí una temporada-. Me dijo de manera firme, como si no diese pie a poder refutarle nada.
-Esta bien- Dije rápidamente antes de que se bajase del coche y me abriese la puerta.
Es la primera vez en toda mi vida que alguien abre la puerta por mí.
-Gracias- le dije mientras me bajaba.
-Recuerda que ahora eres mi "novia"- Dijo entrecomillando la palabra.
-Ya veo
-Por cierto, te llevaré al cuarto de mi hermana, todavía no está el tuyo preparado.
-Vale- Le dije mientras lo seguía entre la mansión.
Y he de reconocer que era hermosa, todo estaba decorado de forma elegante, lleno de cuadros y esculturas, un amplio recibidor, y escaleras en forma de caracol que te llevaba a la segunda planta donde se encontraba la habitación de su hermana, enormes ventanales, repleta de libros y una cama gigante.
-De momento puedes quedarte aquí, vendré más tarde.
-Esta bien
Me eché en la cama, y cómoda entre las sábanas me volví a quedar dormida, está vez de una forma más plácida.
Se que todo está ocurriendo de forma rápida, pero como dice mi amiga ha situaciones desesperadas medidas desesperadas.
*
-¿¡Qué!?- Escuché el gritó de alguien
Entonces abrí los ojos y me encontré con una chica guapísima, más o menos de mi estatura que estaba parada en la puerta de la habitación con cara de sorpresa.
-¿Se puede saber quién eres tú?- Me dijo sorprendida
-Am mucho gusto soy Red- le dije de forma agradable- Soy la novia de Dominic
-¿¡Qué!?- Dijo chillando de nuevo- ¿¡Su novia!? ¡¿Te dijo que eras su novia!?
-Sí- Aunque no de verdad pero esa información me la ahorro.
-¡Es la primera vez en sus veintiséis años que ha dicho a alguien que es su novia!- Dijo gritando como una histérica- ¡Adiós a las estúpidas estiradas de una noche!- Dijo toda alegre bailando.
-Amm- Dije algo incómoda
-Ah perdona, soy Iby la hermana de Dominic, estás en mi cuarto.
-Pues mucho gusto- Veo que es una chica muy energética.
-¿Desde hace cuánto que salís? ¿Cómo os hicisteis novios? ¿Vas a vivir aquí? ¿Te gustan los libros? A mí sí ¿Quieres- dijo dejando la palabra en el aire cuando entro Dominic por la puerta con cara de pocos amigos.
-Iby cuántas veces te he dicho que no mutiles a la gente con tantas preguntas seguidas.
-Lo siento hermano pero estoy emocionada ¿Por qué no me dijiste que tenías novia?
-Porque se lo acabo de pedir ayer.
-¡Qué emoción!- Dijo chillando de alegría- Bueno dejanos un rato a solas quiero hablar con ella.
-Esta bien pero no la atosigues- dijo mientras se acercaba a la cama lentamente.
Su cuerpo se cernió sobre mí, pude sentir todo su olor varonil desprenderse de él, una mano la posó en la cintura, y con la otra acarició mi cabeza, mandándome unas extrañas pero delicadas descargas eléctricas por toda mi espalda, lo que debió notar porque puso una sonrisa socarrona en su cara.
-Llamame si hay algo que no sepas responder muy bien, te sacaré del apuro- Me dijo tan cerca del oído que podía notar sus labios en él.
-Esta bien- Dije con toda la cara colorada.
-Bien- Respondió el aguantandose la risa por mi estúpida reacción-. Cuando termines ven a mi habitación.
-Vale- le dije mientras veía como salía por la puerta y me dejaba con su hermana.
