Muchas veces he dudado, ¿Esto le servirá a alguien?, no lo sé, pero esperaba que lo hiciera.Tal vez alguna persona, en algún lugar del planeta se encontraba igual que yo, y una simple frase podría salvarle, porque a mí, las simples cosas me salvaron.
Aún recuerdo aquel día de septiembre, en el que yo, me encontraba sola en la habitación, mirando por la ventana y escribiendo en el móvil frases sin sentido, ella no sabía si su historia algún día sería publicada, si llegaría a las grandes editoriales, si sería rechazada por ellas mismas, pero no perdía la esperanza.
¿Qué podía hacer ella?, no lo sabía, tan solo decidió centrarse en las cosas banales, dibujar, escuchar música, y leer historias evitando los momentos románticos, no sabía si por su antigua experiencia o por falta de ella.
¿Qué era lo que quería? Y entonces pensó, ¿Para quién estoy escribiendo ahora mismo? ¿Para ellos o para mí? , no lo sabía y tampoco quería hacerlo.
Entonces ¿Debía centrarse en hacer una escena de romance entre sus personajes principales? Porque supuestamente eso es lo que atrae ¿Verdad?, creo que eso haría.
–Ya he leído bastante, voy a ver si Dominic quiere ver una película– dije levantándome de la cama para ir al despacho
–¿Dominic quieres ver una película conmigo?– Le pregunté
–¿A qué se debe ese placer?– Dijo atrayéndome a él como de costumbre.
–Es que quiero ver una película que ha salido nueva
–De acuerdo, terminaré más tarde– Dijo levantándose de la silla, y acomodándose el traje negro–. Vamos
–¿Quieres palomitas?– Le pregunté al sentarnos en el sofá
–Sí, claro– Dijo pasando un brazo por mi cadera
Y a pesar de que había sido yo la que había propuesto la idea de ver la película, mi mente estaba lejos de las historias en la pantalla. Sobre todo cuando en la película surgían escenas románticas, creo que mi incomodez se hizo notar ya que Dominic paró la película.–¿Eres tú la que quiere ver la película pero luego no puedes ver las escenas románticas?
–Es que no me esperaba que me siguiera dando asco ver a dos personas besarse– Respondí algo avergonzada.
–¿Y si te besan?
–¿Cómo?
–¿Si te besan te da asco?
–Pues seguramente
–¿Y si lo hago yo?
–Eh– Respondí vacilante a causa de mis nervios– Creo que no
–Pues haré que estés segura de ello.
Con un movimiento firme Dominic se acercó a mi boca, y capturó mis labios, demostrando cuánto me necesitaba. Pero no sé torno asqueroso, él me aprisiona y reclama fuertemente aunque de una manera completamente diferente a la de Alfred.
Tal vez el beso de Alfred me pareció asqueroso porque no sentía nada por él, aunque la forma en la que hizo el resto de cosas le marca como baboso.
Dominic es distinto, se nota la posesión que tiene sobre mí pero no me importa lo más mínimo.
–¿Rojita?– Dijo mirándome fijamente a los ojos– ¿Fué asqueroso?
¡Este hombre me va a matar!
–No– Dije siendo la viva representación del color rojo
–Entonces no creo que te importe si te beso de nuevo– Dijo agarrándome detrás de la cabeza y estampando mis labios contras los suyos.
Su boca tiene un sabor a café delicioso, sus dedos acarician mi pelo mientras me levanta levemente hasta estar en sus piernas, baja una de sus manos hacia mi espalda baja y comienza a acariciarme por esa zona, lo cual me da cosquillas y me remuevo algo inquieta.–Para–Dijo Dominic mientras mordía y tiraba levemente de mi labio inferior.
Quería estarme quieta pero me resultaba imposible, me estaba haciendo unas cosquillas que me mataban y muchos de mis movimientos eran simples impulsos de mi cuerpo.
–Quieta– Ordenó Dominic de forma demandante mientras seguía con sus mismas caricias y besos–. Joder Rojita dejar de mover tu puto culo encima de mí.
–Bueno pues quita tus manos de ahí que me muero de cosquillas
–¿En serio?– Respondió incrédulo
–¿Algún problema? ¿Qué pasa no puedo tener cosquillas o qué?
–Sí, pero tus impulsitos están provocando otra cosita, así que estate quietecita.
–¡Red!– Gritó Iby tirándose encima de mí, y por lo tanto yo aplaste más a Dominic.
–Mierda–Dijo Dominic por lo bajo
–¡Estoy súper enganchada a tu libro! ¡Es lo mejor que he leído!
–Pues me alegro mucho– Dije riéndome
–Voy a salir con unas amigas, ya veras vamos ha hacer la mejor publicidad para tu libro.
–Pues os lo agradezco mucho– Le dije sonriente
–Adiós hermanito– Dijo levantándose y saliendo por la puerta de casa.
–¿Te dije ya que me encanta tu hermana?– Le dije mientras me giraba para mirar a Dominic, aunque esté estaba apretando la mandíbula de tal forma que se le iba a romper–. ¿Estás bien?
–Genial– Respondió con la voz más grave que haya oído jamás
–¿Seguro?
–Sí, solo dame un segundo para coger aire– Dijo agarrándome fuertemente por la cintura.
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Atormentados
RomanceEstoy atormentada por el pasado, la imagen asquerosa todavía persiste en mi mente, él me sentenció a odiar el contacto físico. Pero al final, toda mi historia se resumió con una frase: Alguien me cogió a pesar de mis espinas. Por cierto, la obra es...