Estoy atormentada por el pasado, la imagen asquerosa todavía persiste en mi mente, él me sentenció a odiar el contacto físico.
Pero al final, toda mi historia se resumió con una frase: Alguien me cogió a pesar de mis espinas.
Por cierto, la obra es...
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Odio este recuerdo
-¿Alfred?- Pregunté atónita
-Soy yo cariño- Dijo de nuevo con su tono horrendo.
-No me llames cariño, ¿Hace cuantos años que dejamos de ser novios ya?- Dije asqueada
-Pero eso da igual, podemos volver a estar juntos, aún somos jóvenes.
-No voy a volver a estar contigo, entiéndelo de una vez y déjame-. Dije molesta mientras me levantaba de la mesa.
-Eso es imposible, ¿Si no te quiero yo quién lo hará? No ves que sin mi no eres nadie- Dijo intentado tocarme.
-¡No me toques!- Dije mientras me miraba y echaba a correr.
-¡Espera cariño!- Me dijo Alfred
Haciendo caso omiso comencé a correr, doble la esquina y choque contra alguien, levanté la mirada con los ojos llorosos, no quería que me cogiera, ese hombre, esa voz, su presencia, todo me revolvía el estómago, era lo último que necesitaba en este año, ser perseguida por mi peor pesadilla.
-¿Red?- Dijo Dominic preocupado- ¿Qué pasa por qué corres?
-¡Cariño! ¿Quién es ese?- Me gritó Alfred
Yo levanté la mirada conectandola con la de Dominic, quería que entendiese mi mensaje; no puedo más, sacame de aquí, tengo miedo, asco, repulsión, necesito irme.
Al parecer Dominic lo entendió perfectamente, me abrazo por la cintura estrechandome contra su cuerpo fornido, yo a su lado era como una pequeña mariposa, su mirada intensa hacia Alfred hacia que me sintiera más segura.
-Creo que esa pregunta debería de hacerla yo- Dijo Dominic en un tono imponente- ¿Por qué llamas cariño a mi novia?
-¿Tú novia?- Dijo Alfred sorprendido- Eso es imposible, con el único hombre con el que puede estar soy yo.
-No me hagas reír niñato, no tengo tiempo para estupideces que tengo mucho trabajo que hacer, no sé que relación tendrás con mi novia pero que sea la última vez que te veo cerca de ella si no quieres acabar mal, ¿Entendiste?- Dijo Dominic mientras me cogía por la cintura para arriba, yo enredé mis piernas alrededor de su cadera, y escondí mi cara en su cuello.
Nos alejamos mientras Alfred seguía rechistando, caminó un buen rato hasta llegar al coche, y nos metimos dentro.
-¿Me vas a decir quién narices era ese tipo?- Me dijo Dominic con una mirada dura.
-Es mi ex- Dije mientras me abrazaba más fuerte a su cuerpo.
-¿Y qué pasó no superó que le dejaras o qué?- Dijo con un tono sarcástico.
Entonces levanté la cara y le mire fijamente.
-Me forzó
Sí, lo había soltado, después del tiempo que llevábamos juntos y lo que había ocurrido por fin se lo había contado, no sé por qué pero una parte de mi necesitaba hacerlo desde el primer día que habiamos echo el contrato.
-¿Qué?- Dijo cambiando completamente el semblante
-Me forzó- Le volví a repetir con la cara colorada.
-Solo voy a enseñarle a ese capullo lo que pasa por tocar lo que es mío.
-Dominic déjate de historias y abrazame, no quiero estar sola de nuevo con ese tipo por ahí rondando, no si no quieres que me dé un ataque de ansiedad.
-Me quedaré ahora, pero esto no sé va a quedar así- Dijo de manera imponente mientras me estrechaba contra él.
Mi cuerpo comenzó a relajarse lentamente, sus manos me acariciaron lentamente desde la cabeza hasta mi espalda, mientras tanto Dominic me dedicaba palabras sinceras para tranquilizarme.
-Todo va a estar bien rojita- Me dijo en un susurro.
Aquella paz que anhelé durante tantos años, por fin la había conseguido.
Yo, ilusa de mí, había pensado que Alfred ya se habría olvidado completamente de lo que había pasado entre nosotros y seguramente estaría buscando su siguiente presa, pero por desgracia no fue así, sabía que Alfred haría lo que fuera por conseguir lo que quería, era un niño malcriado que obtenía todo regalado.
Al final, me quedé completamente dormida, no sé que pasará en un futuro, la relación que tuve con Dominic esta semana fué un tanto extraña, sé que hay algo más que nos estamos ocultando el uno al otro.
Pero ahora mismo no es el momento de descubrirlo.
-Ahora que por fin estás conmigo no dejaré que nadie vuelva ha hacerte daño- Dijo Dominic en un susurro casi inaudible.
