DARK MOON: La Sangre de Vargr - ENHYPEN [Trad. Español]

12. Mi guardián

Había encontrado una casa bastante acogedora y pequeña, de dos pisos, ubicada en la esquina del centro de Glasto.

Selen abrió la puerta principal con la llave que le había dado el casero.

"Bueno, no parece haber ningun problema" esta era la casa de una pareja de adultos mayores, padres de dos hijas.

"¿Quién anda ahí?"

Selen respiró profundo y se dió la vuelta. "Hola, encantada de conocerle. Soy la nieta de Bago, tengo entendido que le informaron que me alojaré aquí temporalmente, mi abuela me dió esta llave. Nos estaremos viendo a menudo de ahora en adelante. ¡Por favor cuide de mi!". Tan pronto como se presentó y mostró su llave, la mirada del hombre mayor que la miraba con ojos sospechosos se relajó.

"Oh, si. He escuchado de usted. La nieta proveniente de Ashana... No sabía que sería una jovencita tan encantadora, ¡encantado de conocerte!" el hombre le ofreció una sonrisa cálida.

Afortunadamente, parecía que se llevaría bien con sus vecinos temporales.

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"¿Ojos azules y pelo castaño? Esa es una característica bastante común"

"Se dice que fue vista con un hombre de pelo plateado"

Era toda la información adicional que Heli podía darle a aquel hombre de seguridad. Siempre que alguien llegaba a ver a Selen, era acompañada de alguien más, y ese alguien era aquel chico. No era difícil entender que era el escolta de Selen que a los ojos de los demás, también parecía ser un mercenario.

Tal vez es por eso que Selen llegó a Rhode.

También había escuchado que se les unió un chico pelirrojo, pero parece solo haber estado con ellos por un corto tiempo.

"¿Recuerda cuál camino tomaron?"

"Aquel" Heli miró hacia aquel camino que el guardia le señaló.

Era el sur.

Era evidente que Selen ya había cruzado Ondes y las Montañas Doradas como había planeado, por eso él debía darse prisa también.

Después de pensarlo detenidamente, se acercó a un hombre en un carruaje que se encontraba cerca.

"Disculpe, ¿sería posible que conduciera hacia el sur?"

"Oh, por fin un cliente, ¡sube!"

Heli confiaba en su instinto y sus expectativas.