Capitulo 8: Obstáculos

66 15 3
                                    

Eda se levantó con cuidado de la cama, mientras Serkan la observaba con una mezcla de deseo y pesar. Ella comenzó a vestirse rápidamente, consciente de que se estaba haciendo tarde y que tenía que regresar a casa antes de que sus padres se preocuparan.

"Eda, quédate un poco más," dijo Serkan con voz suave, acercándose a ella con ojos suplicantes. "No quiero que te vayas todavía."

Eda se detuvo por un momento, mirándolo con cariño. "Lo siento, Serkan, pero ya es tarde. Mis padres no saben que estoy aquí y me estarán esperando."

Serkan la abrazó con ternura. "Pero podrías quedarte un poco más. No tienen por qué saber que estás aquí."

Eda negó con la cabeza con una sonrisa. "Serkan, no quiero empezar nuestra relación con mentiras. Mis padres deben saber lo nuestro en su momento. Y ahora, realmente tengo que irme."

Serkan asintió con tristeza, comprendiendo su punto. "Lo entiendo. No quiero que tengas problemas por mi culpa."

Eda lo besó suavemente en los labios. "Gracias por entenderlo. Nos vemos pronto, ¿de acuerdo?"

Serkan asintió, acariciando su mejilla con afecto. "Claro. Llámame cuando llegues a casa, por favor."

Eda asintió con una sonrisa. "Lo haré."

Eda se fue del apartamento de Serkan y se dirigió a la mansión de su familia. Al llegar, intentó entrar discretamente, pero justo antes de subir las escaleras, su hermano Ferit la interceptó.

—Eda, ¿dónde has estado? —preguntó Ferit con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Eda se detuvo y respiró hondo, sabiendo que no podía mentirle a su hermano mayor. —Estaba con Serkan, Ferit. Nos hemos estado viendo.

Ferit la miró con seriedad. —¿Entonces es cierto? ¿Te estás viendo con Serkan Bolat?

Eda asintió. —Sí, Ferit. Estamos juntos. Pero no quiero que esto se convierta en un problema. Sé que te preocupas por mí, pero Serkan me hace feliz.

Ferit cruzó los brazos y suspiró. —Eda, solo quiero asegurarme de que no te lastimen. Sé que Serkan es un buen tipo, pero es un jugador de fútbol famoso, y la vida de los futbolistas puede ser complicada.

Eda sonrió, tocando el brazo de su hermano. —Lo sé, Ferit. Pero Serkan es diferente. Él realmente se preocupa por mí y yo por él. Vamos a tomar las cosas con calma y ver qué pasa.

Ferit la miró con cariño y finalmente asintió. —Está bien, Eda. Confío en ti. Pero si alguna vez necesitas hablar o si algo te preocupa, estoy aquí para ti. No dudes en decírmelo.

—Gracias, Ferit. Eres el mejor hermano del mundo —respondió Eda, abrazándolo con fuerza.

Ferit sonrió y le devolvió el abrazo. —Solo quiero lo mejor para ti, hermanita. Ve a descansar. Mañana será un día importante para todos nosotros.

Eda asintió y subió las escaleras hacia su habitación, sintiéndose agradecida por el apoyo de su hermano. Sabía que su relación con Serkan no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío.

------

Después de despedirse de Eda, Serkan se preparó para su viaje a Venecia. Durante los días siguientes, se sumergió en la preparación para la entrevista exclusiva con el medio italiano. El equipo le había facilitado todo lo necesario para el viaje, desde los arreglos de vuelo hasta el alojamiento en un hotel cerca del centro de la ciudad.

La mañana del viaje a Venecia, Serkan se levantó temprano. La luz del sol se filtraba por las cortinas de su apartamento mientras él se preparaba para el día. Abrió su armario y seleccionó cuidadosamente la ropa que llevaría. Quería asegurarse de estar presentable para la importante entrevista que tenía programada.

Bajo las luces del estadioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora