De pequeño, Ni-ki no suspiraba al pensar en su pareja destinada como muchos de los otros omegas en su clase.
Ni ahora de adulto sentí celos al ver como su hermano y su mejor amigo resultaban ser una pareja destinada como las que describen lo cuentos...
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Jongseong estaba parado al inicio del pasillo que llevaba al ala médica de la academia repitiendo una y otra vez como iba a invitar a Ni-ki a cenar, en cambio, el omega lo veía desde el otro lado del pasillo con ternura mientras caminaba hacia él. Por lo que hasta ahora había visto del alfa lo tenía encantado, Jonseong parecía ser un alfa sin miedo a mostrar sus sentimientos y de un aura relajante que le hacía querer acurrucarse con él y dejarse acariciar el cabello.
Jongseong notó su presencia hasta que Ni-ki estuvo lo suficientemente cerca, notó que llevaba puesto un suéter de osos sobre su uniforme y una hermosa sonrisa en su rostro que instantáneamente hizo que él también sonriera desvaneciendo sus nervios.
"Hola Jay." Saluda Ni-ki con esa voz que Jongseong no había olvidado en todo el día.
"Ni-ki, hola. T-Tu suéter es muy bonito, el patito se parece a ti." Jongseong dice antes de percatarse de que palabras estaba dejando salir, por lo que al finalizar alza un poco las cejas sorprendido., Ni-kiríe un poco ante su comentario y agradece suavemente. "¿Te gustaría ir a cenar para hablar? Conozco un sitio tranquilo cerca de aquí."
"Me encantaría."
Luego de una caminata no tan larga al lugar, escoger una mesa y pedir algo del menú, Ni-ki comenzaba a sentir sus manos temblar. No es hasta ahora que cae en cuenta que de verdad está en una pseudo-cita con su alfa, aquel que estaba prescrito para él. Aún no habían hablado nada sobre el vínculo hasta ahora, simplemente haciendo charla para entrar en confianza, pero cada que se quedaban en silencio podía sentir como su omega se acurrucaba al lobo de su alfa y eso solo alimentaba sus nervios.
