De pequeño, Ni-ki no suspiraba al pensar en su pareja destinada como muchos de los otros omegas en su clase.
Ni ahora de adulto sentí celos al ver como su hermano y su mejor amigo resultaban ser una pareja destinada como las que describen lo cuentos...
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Haruto fue por Ni-ki a su apartamento tal y como lo prometió solo para encontrarse con que su aroma amargo y triste se sentía desde el pasillo, utilizó la llave de emergencia que su hermano le había dado y se adentró en el hogar en busca del triste omega.
Ni-ki estaba en su habitación sentado en el suelo y con la cabeza apoyada en su cama, su cara todavía tenía rastros de lágrimas y su mirada estaba ida. Cuando el menor sintió el aroma de su hermano levantó la mirada sin moverse de su posición y se dejó levantar cuando Haruto lo agarro por debajo de los hombros.
Haruto apartó de su cara los cabellos de su fleco y lo ayudó a sentarse sobre la cama en un espacio donde no hubieran cajas, las cuales eran prueba de lo emocionado que estaba Ni-ki por seguir la nueva etapa de su vida.
"Donde guardas tus abrigos?" Pregunta el mayor y Ni-ki le señala la puerta derecha de su closet.
Con el abrigo que tomó envolvió a Ni-ki, luego tomó las sandalias que habían al costado de la cama y se las colocó, y buscó pertenencias importantes como sus llaves su identificación y su teléfono. Apenas estuvo listo lo ayudó a levantar y con calma y el sonido de como el menor sorbía mocos se dirigieron al auto del mayor.
El camino a casa de la familia Nishimura-Jung fue tranquilo y acompañado por el mismo sonido de la nariz de Ni-ki. Al llegar, Yoshi les abrió envuelto en una bata abrigadora e inmediatamente le abrió los brazos a su mejor amigo.
Ni-ki sintió las lágrimas llegar otra vez al momento de abrazar al otro omega con ese olor maternal reconfortante que estaba necesitando. Se sentía un poco enojado consigo mismo por seguir llorando, pero quería culpar a su lobo por estar tan herido ante el rechazo de su madre, aunque él estuviera igual.
"Ya, ya. Déjalo salir." Yoshi acariciaba su cabello y su espalda mientras lo dirigía al sofá, Haruto en cambio cerró la puerta dejó las cosas de Ni-ki sobre la mesa y fue a servir el chocolate que había preparado antes de salir y agua con limón para su esposo en recuperación.
El llanto poco a poco paró y el silencio fue rellenado con los hipidos de Ni-ki calmándose. "Haruto me dijo lo que sucedió, lamento mucho que te hiciera sentir así." Yoshi inicia cuando siente a Ni-ki alejándose de su hombro y procede a acariciar su rostro secando las lágrimas que quedaban.
