De pequeño, Ni-ki no suspiraba al pensar en su pareja destinada como muchos de los otros omegas en su clase.
Ni ahora de adulto sentí celos al ver como su hermano y su mejor amigo resultaban ser una pareja destinada como las que describen lo cuentos...
Habían pasado unos cuantos meses desde que sabían que Yoshi estaba en cinta y faltaban ya 3 meses para que saliera de cuentas. Yoshi estaba muy feliz de que esta vez toda su familia lo veía con cariño y amor cuando hablaba de su embarazo, el primero no había sido fácil al ser tan joven pero ahora estaba muy contento de que todo había salido bien. Incluso su pequeño negocio de repostería tenía más clientas, las mamás de la academia amaban recomendarlo con sus amigas por lo que en los últimos meses no hacía más sino hacer postres con la ayuda de Ni-ki y la pequeña Mashiro.
Respecto a Haruto, no había alfa más feliz que él, si por él fuera, hasta le daría de comer en la boca a su omega para que él no hiciera ninguna clase de esfuerzo. Haruto organizaba todos los papeles del médico y no se perdía ninguna de las clases prenatales a las que Yoshi se había inscrito, incluso el omega lo había encontrado una que otra vez enseñándole a Mashiro como cuidar de su pequeño hermanito.
Porque si, tendrían un hermoso niño.
Mashiro había celebrado cuando supieron, inocentemente les había confesado que era porque seguiría siendo la única princesa en la casa, matando de amor a los padres.
La pequeña no perdía oportunidad de contarle a todos que sería hermana mayor, amaba acompañar a sus papitos a las ecografías y todo, era la más feliz.
La cachorra estaba por cumplir 5 años y su motricidad había mejorado mucho, ya no se caía con tanta frecuencia e incluso su manera de pronunciar las cosas eran más claras, crecía demasiado rápido y eso ponía emocionales a los adultos.
Por el lado de los hermanos Jung, todo parecía ir fenomenal, la menor Tsuki estaba por graduarse así que les decía una y otra vez lo emocionada que estaba de ingresar a la universidad ya que había ganado una beca para estudiar para ser maestra. Chaewon y Yoshi estaban muy orgullosos de su hermana menor.
Sobre la vida de Chewon, había escrito otro libro y como siempre en sus giras de Japón invitaba a su amiga japonesa Sakura, con la intención de que en este viaje finalmente se le declararía a Sakura luego de tantos años de ser mejores amigas y sorprendentemente para ella a pesar de no ser destinadas, su amiga se sentía igual, por lo que estaban empezando a salir.
Taesan era el único del grupo que seguía soltero, no quería apresurarse pues también tenía la misma ilusión de muchos de encontrar a su destinado o destinada. Por ahora era muy feliz con su familia y su grupo de amigos, aunque aún luchaba por lograr que Jay dejara de decir que él era su cachorro.
Además de que últimamente vivía muy ocupado con la orquesta de Seúl y su trabajo como maestro, la academia seguía creciendo cada vez más y él era muy feliz compartiendo su talento con los niños.
Ahora mismo se encontraban todos en una cabaña que Haruto había alquilado para el último viaje de la familia antes de que llegara el nuevo cachorro. Taesan, Tsuki y la pequeña Mashiro corrían por el pasto siendo supervisados por Yoshi desde lejos, él se encontraba en las mesas del patio charlando con Chaewon y Sakura mientras al lado de ellos Haruto se hacía cargo del asado.
Desde más lejos estaban Jay y Ni-ki recostados en una hamaca, el alfa se encontraba acariciando el cabello del omega mientras este estaba concentrado en ver a su sobrina correr. La vió correr hasta su hermano buscando esconderse y el alfa dejó sus utensilios para tomarla en brazos un momento, la cachorra reía muy contenta al estar en la seguridad de los brazos de su papá mientras Taesan y Tsuki pausaban a tomar aire muy derrotados.
Ni-ki se rió a causa de la graciosa escena y de acurrucó más a su pareja, últimamente estaba muy dependiente de su alfa le gustaba estar en sus brazos o cerca de su aroma lo que hacía sospechar a Jay de si su omega ya estaba en cinta y no lo sabía.
Era común que los alfas enlazados pudieran detectar ese tipo de cosas antes que sus omegas, era más algo de instinto de protección que de aromas como suele ser la manera más común de enterarse. Por ejemplo, Yoshi tenía ese aroma a leche materna que los omegas suelen adoptar al pasar el primer mes de embarazo pero Ni-ki no, lo que puede significar que o es muy temprano para descifrarlo o simplemente no lo está.
Aprovechó que lo tenía acurrucado para acercarse y tratar de inhalar su esencia y una vez más en las últimas dos semanas confirmó que no estaba aquel aroma, por lo que aún no se aventuraría a decirle algo a su omega así su lobo le diga mil veces que lo hiciera.
Observó como Ni-ki se empezaba a quedar dormido sobre él intentando mantener sus ojitos abiertos para seguir viendo a su familia hasta que el sueño ganó y sintió al omega relajarse sobre él, con sus manos aferradas a la camiseta del alfa e inhalando en cada respiración el aroma de su pareja. Jay decidió hacer lo mismo y cayó en un profundo sueño ignorando los llamados a comer de Haruto.
Al dormirse sus partes animales se encontraron en el subconsciente como todas las veces que estaban juntos, el lobo de Ni-ki dormía a gusto ahora que su parte humana había cedido a su petición cuando el lobo de Jay se acurrucó en su vientre, los lobos sintiéndose felices de compartir su pequeño secreto del cual sus humanos todavía no parecían saber.
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