Eternity - Freddytabo

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Los vampiros, aquellos seres mitológicos, seres creados por leyendas urbanas para aterrorizar a las mentes débiles durante las noches. La típica historia contada en una fogata o al ver una película de ellos en la televisión.

Personas que cuentan haber visto uno y que fueron mordidos, varias imágenes o películas de ellos pero ninguna acierta a estos.

Trucazo, Líder del clan Caín, yace sentado en el sofá de su hogar mirando la televisión, observando la película avanzar. Es una tecnología que llamó su atención desde que se descubrió, pero le avergüenza como la raza humana interpreta a los vampiros. Especialmente en la película llamada Crepúsculo, no le disgusta, sólo le causa gracia algunas actuaciones.

Especialmente el parpadeo de la humana pálida.

— Es increíble como es que pueden pensar que nosotros brillamos neno... —Se burla Freddy soltando una vaga risa, girando el anillo en su dedo con su pulgar.

— Bueno, es algo que ellos interpretan así Freddy... No puedes pedir más... Nunca nos han visto... —Escucha la voz de Castro pasar detrás suya, aburrida, porque él siempre estaba viendo esas películas.

— Y que siga así... —Murmura Trucazo colocándose de pie dándole un último trago a su licor.

— Mejor ve al trabajo... Mi esposo no puede con todo tu papeleo... —Recrimina Castro cruzándose de brazos.

— Bueno, debe hacerlo... No le queda de otra...

La pelirroja no opinó más, sabiendo que el humor de su líder no duraba demasiado en una sola emoción, menos si le tocan mucho los huevos. Tuvo suerte de que Trucazo haya despertado de buen humor. Al haber estudiado tantos años psicología supo leer el lenguaje no verbal de su líder de clan, aunque a veces le costaba, el hombre era un libro con cadenas cubriéndolo.

Es por eso que nadie del clan se acercaba a Freddy cuando llegaba cabreado del trabajo.

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Expulsa el humo por su boca, ingresando a comisaría, devolviendo varios saludos que le daban los oficiales o incluso los mismos alumnos; aunque muchos de ellos lo hacían perder los cabales.

— ¡Freddy!

El llamado a su persona lo hizo girar su cuerpo a 180° viendo a su jefe y compañero acercarse a él a pasos agigantados.

— No hice nada neno, no esta vez... —Bromea alzando ambas manos.

— ¿Qué? No gilipollas... Anoche encontraron un cuerpo en los canales, sin vida, vamos a tener una reunión con los altos mandos. No es posible que ya hayan tres cuerpos en una semana... —Se queja molesto Conway mientras camina hacia las escaleras que dirigen al segundo piso, Trucazo iba caminando tras suya con un andar tranquilo.

Su pan de cada día.

— Bueno, entonces solicita que suban neno... —Dijo con simpleza, por mucho que fuera el comisario, a veces sus órdenes no eran acatadas. Prefería mil veces que hablara Conway.

— ¡A los altos mandos, de Sub-Inspector a Comisario,  acudir a mi oficina. YA!

La voz de Conway resonó por la radio, ocasionando que cierto chico de cabellos rubios hiciera una mueca en sus belfos. Estaba en medio de una persecución, él manejando con Isidoro el cotorra a su lado.

— Pregunta si dejo la persecución... —Pide Gustabo girando el manubrio a la izquierda.

— Coniweis... Estamos en medio de un código 1, ¿lo dejamos? —Pregunta Isidoro por la radio.