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Gustabo García manejaba con algo de rapidez hacia la alerta que había saltado, siendo su compañero Isidoro; a quien no le había hablado luego de lo ocurrido en la oficina del Superintendente.

El silencio era ligeramente incómodo, pero relajante para él ya que no tenía palabras para decir ahora y digamos que no tenía las ganas para ello.

Llegaron al lugar que estaban robando e Isidoro se encargó de negociar con el atracador mientras que él veía el coche, aunque para su disgusto era una puta moto de carretera. Informando aquello, el delincuente afirmaba que no haría el guarro, ya que una era nuevo manejando en la moto y dos no sabía atajos con esta.

Por lo que simplemente aceptaron.

—Bien, empezamos, Isidoro conduces tú... —Dice Gustabo por fin dirigiendole la palabra al nombrado.

Un compañero en moto llega junto a ellos, diciendo que les haría de apoyo por órdenes del comisario, haciendo que el rubio sonría leve negando con gracia; el hombre de seguro estaba viendo sus cámaras.

—Entonces compañero, no lo pierdas de vista... —Indica Gustabo mientras entra al coche de copiloto.

Todos se montan en sus carros y las sirenas suenan, la persecución comienza.

Efectivamente el criminal no sabía mucho de callejones, llevando así por un par de minutos en los cuales solo eran carreteras y de vez en cuando caía uno que otro callejón pero nada que el compañero en mery no pudiera controlar.

Fue entonces que en una de sus tantas vueltas, en una carretera de doble vía una furgoneta se puso en medio del coche intentando hacer un bloqueo, las alarmas de García se encendieron.

—¿Qué putas fue eso? —Cuestionó mirando por el retrovisor.

—No lo sé Tete, pero menos mal y pude esquivarlo... —Añade Isidoro, ya que tal como dijo logró esquivar el bloqueo lamentable.

¿Todo bien compañeros? —Escuchan la pregunta de su compañero y Gustabo toma su radio.

Sí, solo intentaron hacer un bloqueo y salió mal... ¿No lo has perdido? —Preguntó García a través de la radio.

No señor... Aún lo tengo en la mira... —Escuchó respuesta de la frecuencia.

Bien, no pierdas al hijo de puta... —Ordena Gustabo frunciendo el ceño, al ver que a lo lejos nuevamente veía a la furgoneta acercarse.

¿Los estaban persiguiendo? Fue lo primero que paso por su mente, mientras que Isidoro manejaba él mantenía su visión pegada en el retrovisor lateral del carro, notando como la furgoneta se desviaba de la carretera.

—¿Falsa alarma Tete? —Pregunta Isidoro mientras se colocaba detrás de la mery.

—Por el momento es falsa alarma... —Murmura Gustabo.

Fue así como pasaron los minutos y él no tuvo noticias de la furgoneta negra, por lo que continuó concentrado en la persecución, eso fue hasta que nuevamente la vio colocarse como bloqueo en medio de toda la carretera y el impacto llegó.

Su primera reacción fue salir del coche al igual que Isidoro, ambos sacando sus armas al ver que eran rodeados por varios coches, Gustabo retrocedió mientras apuntaba a uno que le gritaba constantemente que bajara el arma, pero él era terco.

—¡Baja el puto arma! —Gritó el enmascarado.

—¡No lo voy hacer! ¡Baja tú el puto arma gilipollas! —Gritó manteniendo la firmeza en su agarre en la pistola.

Eternity - FreddytaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora