Capítulo 36

272 25 31
                                    

—¿Ed?... ¿Te encuentras bien?—Pregunté desde el baño. La verdad, es que me iba a secar el pelo antes de escuchar el ruido.

—Hmm... Sí... Claro... ¡no te tienes que preocupar por nada!—Dijo Ed, la verdad sonaba algo asustado, o como si estuviera inseguro.

Ed:

¡¡UNA ARAÑA!! ¿¡QUÉ HACE ESE ANIMAL... EN MI CASA?! La cosa es que, odié estos animales toda mi vida, siempre les tuve un pánico horrible. Pero ahora estaba Elisa, sería vergonzoso que me viera poco menos que llorando por un... insignificante elemento vivo más pequeño que yo.

El ruido que ella escuchó fue que, iba a tomar alguna cosa con la intención de matar a ese... animalito maligno, entonces se vino una avalancha de cosas al suelo.

Sentía que era chistoso, vergonzoso, humillante y lo peor: ESTABA PENETRABA MIS OJOS.

Dábamos pasos en giros, yo giraba para NO toparme con... ESA COSA, y ella se dirigía hacia mí. A todo esto, no tenía idea de qué tipo era, si era macho, o hembra. No tenía motivación alguna por saberlo, ¡sólo quería que se fuera!.

*5 minutos después*

Habían pasado ya 5 minutos y no era capaz de matarla, ¡o si quiera echarla para afuera!, Elisa todavía estaba secándose el cabello en el baño, mientras que aún a mí me hacía falta una ducha, y ¡ah, claro!, estaba lidiando con una araña.

En estos minutos fue cuando decidí, que ya era la hora para esa... COSA, así que... en realidad no tenía idea por donde si quiera partir, está bien, estoy siendo demasiado miedoso, ¡hay que echarlo/a de una vez!. Ahora sí, sin botar nada, agarré lo primero que toqué, aunque no me había dado cuenta que era el control de un televisor que tenía, son esas típicas T.V's pequeñas que pones en la cocina. En fin, no le iba a pegar con eso, así que, agarré mi segunda opción: un matamoscas.

—Maldito animalito...—Comencé a tararear algo—sube al matamoscas... ¡Quiero que te vayas!—Exclamé ya poco menos que implorando que se fuera.

La última parte como se la grité, en realidad, porque las arañas escuchan más fuerte, y como quería que se fuera, comencé a pisotear el suelo, en dirección a la puerta, mientras más lo hacía más avanzaba, hasta que mi mayor... ¿Enfrentamiento?, no. ¿Pelea de larga duración con un ser vivo más pequeño que yo?, Sí. La cosa era que, ya había terminado.

Elisa:

Durante todo este rato me estuve secando mi cabello, ¡al fin! Ya no tenía rastro alguno de chocolate, pero los ruidos que escuché me dejaron preocupada, quizás que a Ed le había pasado algo y yo no tenía idea.

Ahora me encontraba acomodando un poco mi pelo, dado que después que me lo seco parezco cualquier cosa, menos una persona normal con cabello decente.

Hasta que, ya era hora, salí del baño y doblé hacia donde creí que estaba Ed: Su dormitorio. Pero no estaba ahí. Así que, bajé a la cocina, donde sí estaba. Ed se encontraba parado frente a la puerta, con una mirada de halcón que no se la quitaba nadie, era como si la puerta tuviera algo... que no hacía que despegara su mirada de ella.

Me quedé extrañada y silenciosa, pero no resistí la curiosidad, así que le pregunté:

—¿Ed?—él saltó como niñita asustada para voltearme a verme—¿Cariño, te encuentras bien?—Pregunté.

¿Le dije cariño?... Suena extraño, jamás se lo había dicho, dado que es algo como más... ¿Maduro?, no lo sé... lo encontraba en un grado distinto de... afectividad, pero me agradaba ya que es la primera vez que se lo digo.

Mi Mejor Casualidad (con Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora