Mi Mejor Casualidad (con Ed Sheeran)

Capítulo 38

Elisa:

Qué es esto... La verdad es que no quiero hacer problemas, menos a Ed.

—¿A qué te refieres?—Pregunté algo triste.

—Ya me oíste, voy a tomar las medidas necesarias—Dijo Ed, guiñándome el ojo.

Ed empezó por ir directamente a la cocina; Quién sabe por qué. Yo lo perseguí lo más rápido, sin mencionar que casi me caigo en la escalera por perseguirlo, pero... da lo mismo. Luego se puso a hacer miles de llamadas, al primero que llamó fue a Stuart.

—Hola, Stuart, necesito pedirte un favor: Urgente.—Pidió Ed, hablando con Stuart, lo había puesto en altavoz.

—¿Ed, estás bien?, parece que perder tu virginidad ayer te hizo efecto—Rió Stuart.

Yo rodé los ojos, estoy harta de que piensen eso.

—Justo de eso quería hablarte—Dijo Ed, imponiendo su actitud seria.

—No digas... ¿Dejaste a Elisa embarazada?—Dijo Stuart, ya no tan chistoso, ahora estaba asustado.

—¡NO! ¡TONTO!, ¡DÉJAME HABLAR!—Impuso Ed.

—Okay... te escucho—Dijo un comprensivo Stuart.

—Oye, han inventado demasiados chismes sobre Elisa y yo, incluso, de que perdí mi virginidad ayer, es mentira. Necesito que hagas algo.

—Trataré de hacerlo, pero créeme que no será mucho, siempre están inventando nuevos chismes, pero haré lo que pueda, Ed.

—Gracias, Stu. Y necesito otro favor.

—¿Cuál otro, Ed?

—Quiero el número de todos los portales de chismes. O los principales medios de chismes que atacaron a Elisa—Pidió Ed.

La verdad es que quedé impactada con lo que dijo, mis nervios empezaban a dar sus primeros indicios por mi cuerpo.

—Está bien, los conseguiré, te los mandaré por mensaje de texto para que así se te sea más cómodo. Adiós—Dijo Stuart.

—Muchas gracias, Stuart, adiós.—Ed colgó la llamada.

—¿Ed, quieres decirme al menos QUÉ vas a hacer?—Pedí, empezando a entrar en pánico. No quería causarle malos ratos a Ed.

Ed caminó hacia a mí, para decirme:

—Tu tranquila, Si sientes miedo, lo haré desaparecer querida—Me abrazó, me besó en la frente y luego me guiñó el ojo.

Espero que no pase nada malo, lo que menos quiero es estresar a Ed o causarle problemas.

Ahora, tengo que ir a bañarme, pero... se me olvida un detalle: Mi ropa. ¿Qué hago ahora?

—¿Ed?—Lo llamé

—¡Ah!, Se me había olvidado decirte, ayer lavé tu ropa, mientras te bañabas. Tu ropa debe estar en la secadora. ¡Oh! ¿Querías decirme algo?—Avisó y preguntó.

Aww, ¡Lavó mi ropa!

—Ehh, nada, ¡gracias por lavarme mi ropa!—lo abracé y lo besé.

—¡Oye! Pero antes de vestirte o bañarte, tienes que comer; No quiero que te desmalles en la fiesta.

—La verdad, es que no tengo hambre, Ed—Confesé.

Ed me miró fulminantemente.

—¡Está bien!, comeré algo... pero... la verdad es que no sé qué—Dije entre risas.