Firefighter

Capítulo Dieciocho

Ethan se armó de valor y fue hacia la sala mientras Cassie terminaba de arreglarse.

Respiró profundamente y dio un paso dentro de la amueblada sala de estar.

Elisa se giró a verlo y le entregó una sonrisa amable.

—Señora, yo...

—Oh, querido, no necesitas disculparte por nada —se acercó a él y lo abrazó —Me alegra mucho conocerte. Cassie, me ha hablado mucho de ti.

—¿De verdad? —preguntó sorprendido cuando ella lo soltó.

—Todo lo que Cassie no habla con su madre, lo habla conmigo —le contó orgullosa de ocupar un rol tan importante en la vida de su nieta —Cassie ha sufrido mucho por culpa de ese mal nacido de Josh. Pero apareciste tú para demostrarle que no todos los hombres son unos idiotas.

—Gracias —sonrió todavía algo avergonzado —Yo amo a su nieta.

—Lo sé —asintió la abuela —Se nota.

Elisa le entregó un guiño e ingresó en la cocina. Ethan sintió sus mejillas arder por la observación de la mujer. Por suerte Cassie apareció allí, pero se detuvo al verlo todo colorado.

—Bien, abuela, ¿Qué le dijiste a Ethan? —le preguntó en voz alta. Él la miró con reproche.

—¡Sólo dije que se nota que él te ama! —contestó desde la cocina.

Cassie rió mientras se acercaba a él para darle un pequeño beso.

—La abuela es una mujer sin filtros, mi vida —le susurró.

—Lo he notado —asintió él.

—Vamos —lo tomó de la mano e ingresaron a la cocina en dónde la abuela preparaba chocolate caliente.

Ethan y Cassie se sentaron a la mesa. Elisa colocó una enorme taza frente a cada uno y también tomó asiento. Ambos agradecieron y probaron el chocolate que estaba delicioso.

—Me alegró mucho cuando Cassie me dijo que volvería y vendría contigo —comenzó a hablar —Me moría por conocerte, Ethan.

—Igualmente, señora —dijo él educado.

—Puedes llamarme Elisa —le aseguró.

—Lo haré.

Ethan se mantuvo bastante callado mientras las mujeres hablaban de la fiesta que se organizaría dentro de dos días en el hotel Tripton. Era una fiesta a la que acudía casi todo el mundo. Sería una buena idea ir, para despejar un poco a Ethan.

—Disculpen, pero estoy algo cansado —dijo él interrumpiéndolas —Iré a acostarme un rato.

—Ve tranquilo, amor —le dijo Cassie y lo besó cortamente.

Él se despidió de Elisa y salió de la cocina.

—Es muy atractivo —le dijo cuándo se quedaron solas.

—Abuela, no debiste entrar —le reprochó aguantando las ganas de echarse a reír.

—Tenía mucha curiosidad —se encogió de hombros —Sí, debí irme cuando entré y escuché esos jadeos que estabas soltando como loca.

—Abuela... —se rió sin poder evitarlo.

—Es un buen hombre —le dijo contenta —Pero parece algo triste.

—Ay, abuela —suspiró dejando de lado la risa —Una tragedia en verdad. Ethan perdió a un amigo en un incendio, y se siente culpable porque tuvo que dejarlo atrás para poder salvarse.