Era increíble que él hubiera hecho aquello. Todavía le costaba trabajo creerlo. Pero sí, había sido capaz. Su celular había sonado mientras terminaba de prepararse la cena. Al ver que era él había decidido no contestarle, pero luego en la pantalla del teléfono apareció que tenía un mensaje de voz. Lo escuchó. Al terminar la grabación decidió escucharlo de nuevo porque no había estado segura de haber entendido bien todas las cosas que había dicho.
'Este lugar es mío, Cassie, todo mío. Yo lo pagué, y no vas a quedártelo. Si yo no puedo tenerlo, tampoco tú, maldita perra. Voy a quemarlo para que veas que no estoy bromeando contigo. Aquí el hombre soy yo'
Pensó que era sólo una broma, pero media hora después recibió la llamada del portero del edificio. Su departamento estaba ardiendo hasta las cenizas. Agarró su auto y salió a toda velocidad. Al llegar los bomberos estaban allí. Ella sólo pudo levantar la cabeza y observar en completo silencio.
¿Con que clase de loco de mierda se había metido?
—Cassie —la voz de Ethan la trajo de nuevo a la realidad. Volvió a mirarlo. Él fruncía el ceño con preocupación mientras la miraba. No supo por qué lo hizo, pero se acercó rápidamente a él para meterse entre sus brazos a llorar.
Ethan, se quedó perfectamente quieto mientras escuchaba los suaves sollozos que ella estaba soltando. Levantó los brazos y la envolvió. Confundido miró sobre su hombro para encontrar que todo el equipo lo miraba extrañado. Bueno, aquella situación era un poco extraña. Pero algo le dijo que Cassie conocía a la persona dueña del departamento o peor aún, que era suyo. Mientras ella lloraba la apretó un poco más contra sí y murmuró palabras de calma sobre su cabeza. Luego de un rato ella lo soltó.
—Lo siento, lo siento —se secó el rostro con manos temblorosas y evitó mirarlo.
—¿Puedo preguntar qué haces aquí? —dijo él.
Cassie, se forzó a entregarle una sonrisa y mordiendo los labios con impotencia volvió a mirar hacia arriba.
—Era mi departamento —dijo al fin.
Ethan, cerró los ojos un instante y maldijo para sus adentros. Por lo menos ella no había estado allí adentro cuando el fuego se inició.
—Son cosas que pasan, Cassie. Por lo menos no hay que lamentar victimas fatales, y por lo menos tú no estabas allí —esperaba con esas palabras poder reconfortarla un poco.
Ella negó con la cabeza y él vio que sus ojos volvían a acumular lágrimas.
—No, en realidad no son cosas que pasan...
—¡Cassie! —ambos giraron para ver como Angie y Libby llegaban corriendo y se acercaban a ella. Angie, la abrazó al instante y Cassie volvió a romper en llanto. Libby, no paraba de hablar, pero Ethan no entendía casi nada de lo que estaba diciendo. Decidió alejarse un poco y darles su espacio. Volvió hacia donde estaban sus compañeros.
—¿Qué pasó? —preguntó Nick preocupado mientras miraba a Libby. Ella no se había percatado de que él estaba allí.
—El departamento era de Cassie —informó Ethan.
—Bien, al menos ya tenemos al propietario —dijo Ross y miró a Ethan —¿La conoces?
—Sí, es mi nueva vecina...
Ross, asintió y le pidió que lo acompañara, ya que la policía estaba allí y necesitaba entrevistar al dueño del lugar.
Cassie intentó calmarse en medio de los brazos de su mejor amiga, pero no podía. Ciertamente se sentía algo asustada. No estaba segura de que más sería capaz de hacer ese hijo de puta. Quizás un día intentaría quemar su nueva casa.
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Firefighter
RomanceEthan McGregor quiere una relación. Cassandra Williams quiere sólo sexo. ¿No debería ser al revés? DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN PARCIAL Y/O TOTAL.