Went to sleep a poet and I woke up a fraud

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—¿No vienes conmigo?

—Voy a estudiar con Hermione. —le dijo Harry.

—¿Ron también irá?

—No, no... no sé si va a acompañar a Pansy a una ecografía u otra cosa.

—¿En los dormitorios o en tu casa? —le preguntó Neville.

—No, acá en la biblioteca.

—Ah... okay. Nos vemos mañana entonces.

—¿Te vas a tu casa?

—No, voy a ver a mi papá a su trabajo.

—Okay —Harry le dio un beso—. Nos vemos mañana. Te amo.

—Yo a ti.

Harry se adentró nuevamente en el colegio y Neville se acomodó la mochila para irse a la comisaría. No podía evitar sentirse algo observado en el camino, como si lo estuvieran siguiendo. Pero se sintió más a salvo al llegar.

—¡Pero si llegó el jefe! —una chica de cabello rosa le sonrió al verlo llegar. Estaba limpiando unos papeles llenos de café, y había una taza rota en el suelo.

—¿Otra vez, Tonks? —Neville se rió levemente.

—¿Lo dice el que literalmente defecó en papeles oficiales de los aurores incluida la sentencia de quienes quisieron acabar con el hijo de la ministra de magia?

Neville se puso rojo.

—¡Era un bebé!

—Al año y medio ya no usas pañales, Nev.

—Silencio, Nymphadora.

El cabello de la chica se puso rojo, pero los interrumpió una risita.

En la oficina, junto a los calabozos había una banca donde por lo general personas detenidas esperaban. Allí estaba esposado Theo, sonriendo con la cabeza ladeada. Neville se puso más rojo.

—Pagaría por cagarme en documentos oficiales.

—Cállate, Nott. Es la quinta vez este mes que te tenemos aquí.

—Deberían darme una tarjeta de fidelidad. Así puedo canjear un premio... como un café de esa cafetera roñosa que tienen allí.

—Te ganarás una noche gratis en el calabozo. Vamos, eres joven... ¿por qué terminar como tu padre?

—Eso fue bajo, Tonks. —le respondió Theo.

—La verdad duele. A esta alturas deberían estar pensando en su futuro —los miró—. Tu papi ya viene. Está en la oficina del ministerio resolviendo unas cosas. Siéntate ahí, junto al delincuente.

Neville suspiró y se acercó a las sillas.

—Cuidado, soy un asesino desquiciado. —Theo se inclinó hacia él, que se sentó una silla más allá.

—¿Qué hiciste o qué?

—Nada que le haga daño a nadie.

—Pues te veo esposado.

—¿Eso te prende? —se burló en voz baja.

—Estaba patinando en la fuente del centro —le dijo Tonks—. Escapándose provocó un accidente y un auto atropelló a una anciana.

—¡Apenas sí la tocó!

—Nott, la pobre anciana se rompió la cadera.

—Eso es lo que hacen los ancianos, se rompen cosas... a la vieja la dejaron impecable en el lugar. No la ATROPELLARON.

Vampires Will Never Hurt YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora