Tres chicos y solo una decisión.
¿Como poder elegir?
Si Deidara ha sido todo lo que siempre he amado y esperado. Pero Sasori es lo que necesito, lo que le hace bien a mi vida. Mientras que Sasuke es lo que mi corazón grita y exige.
¿Como podré deja...
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Miraba las nubes, siempre me hacían sentir tranquila pero en esta ocasión, ni siquiera ellas podían hacerme sentir mejor. Estaba sentada en el césped de la cancha de fútbol americano, no había nadie y quería estar sola porque no podía con la humillación que había pasado.Naruto me había traicionado y ahora Deidara sabía que estaba enamorada de él, no podía estar peor.
Escuché los pasos de alguien venir pero no quería mirar, sentí como se sentaba a un lado de mi y por el rabillo del ojo vi que se trataba de Sasori.
—Hola—Me dijo a secas.
—Hola—Le conteste igual.
—¿Estas bien?—Me pregunto y yo solté una risa pesada.
—Creo que la respuestas es evidente—Le dije y él pareció reírse. Era muy raro escucharlo reír. Nos quedamos en silencio, yo trataba de contar en mi mente cuántas veces había escuchado su risa.
—No puedo creer que te guste el inepto de Deidara—Dice de pronto, yo cierro los ojos con fuerza ante la vergüenza.
—Ni yo me lo creo, es absurdo que me guste mi mejor amigo—Hable frustrada y lo mire con el ceño fruncido cuando sentí el tacto de su mano en la mía.
—Perdón.
—¿Porque me pides perdón?.
—Por lo que voy a hacer—Se acercó hasta a mi y pegó sus labios a los míos, me sorprendió tanto que ni siquiera pude corresponderle.
¿Akasuna no Sasori besándome?.
No podía procesar lo que estaba pasando. Cerré mis ojos, no fui capaz de apartarlo y torpemente trate de seguir el beso pero no fui capaz, él se apartó unos segundos después de que yo por fin empezara a asimilar lo que ocurría.
—Yo...—Intente hablar pero él se levantó.
—Ya veremos si en unos días te sigue gustando Deidara—Sonrió y me dejo sola.
Me quede viendo como se alejaba. ¿Porque había hecho eso?. En el tiempo que llevaba de conocer a Sasori, jamás le había conocido una novia o tan siquiera alguna chica con la que saliera. Era el tipo más serio y frío que conocía, aún más que los dos hermanos Uchiha. Ni siquiera nos habíamos abrazado antes. Un par de veces llegue a abrazarlo pero él jamás me correspondía, él único contacto físico que habíamos compartido era el roce de nuestras manos al ser estrechadas o chocadas al pedirle que me diera los 5. Pero ni siquiera esto me hacía olvidar lo que había pasado. No podía perder clases así que regrese a la escuela, dispuesta a afrontar las cosas.
No hablé con nadie durante las últimas clases, evitaba hacer contacto visual con los demás y sobre todo evite a Deidara. La última clase me pareció eterna, ni siquiera pude prestar atención solo quería salir y correr hacia mi casa.
Cuando por fin termino, guardé mis cosas rápidamente y salí del salón. Camine lo más rápido que pude hacia la salida.
—¡Lenna!—El gritó de Deidara a mis espaldas me hizo cerrar los ojos con fuerza y quedarme quieta. Sentí como tomo mi brazo y me giraba hacia el.
