6. Asi que, ¿esto es el amor?

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Llevaba unos dos minutos parada frente a la puerta de la casa de Sasori

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Llevaba unos dos minutos parada frente a la puerta de la casa de Sasori. No me atrevía a a tocar. Era bastante cobarde para afrontar problemas, normalmente solo evadía a las personas con las que tenía algún tipo de pelea por lo alterada que me ponía al enfrentar las cosas pero, Sasori valía la pena, eso quería creer. Tome todo el valor que pude y toque, pasaron algunos segundos y su abuela, Chiyo, me abrió y pareció sorprenderse al verme.

—Lenna... ¿Que te trae por aquí? Hace mucho que no te veía—Me dijo mientras parecía analizarme ¿porque la gente mayor siempre hacía eso?.

—Hola señora Chiyo, vine a ver a Sasori—Respondí amablemente y ella se hizo a un lado indicándome que pasara.

—Ven, pasa, pasa—La seguí hasta la sala de estar, me indicio que me sentara—¿Sabes porque Sasori se ha peleado? Llego con golpes pero parecía muy molesto así que no pude ni preguntarle. Lleva encerrado en su habitación desde que llegó—Me explicó mientras miraba a las escaleras. Yo pase saliva nerviosa.

—N-No, en realidad vengo por eso. No sé qué ha pasado—Fingí y ella pareció creerme.

—Eres una buena chica ¿acaso están saliendo?—Me pregunto con picardía y yo me sorprendí por lo atrevida que había sido.

—Algo así—Dije sintiendo el rubor en mis mejillas mirando hacia el piso, ella rio.

—Me da gusto que la primera novia de mi Sasori seas tu, ve, supongo que recuerdas el camino—Me señaló con la mirada las escaleras y yo asentí tímidamente y me levanté.

Recordé que la última vez que había venido fue porque nos reunimos aquí con los Akatsuki, fue una buena noche.
Ese día, había tenido un acercamiento con Deidara. Bueno, ahora se que solo eran ideas mías pero aún así fue una buena noche.

Cuando estaba casi por llegar a la habitación de Sasori, lo vi de espaldas, estaba sentado en un sofá que estaba pegado hacia la ventana y el miraba a través de ella. Tome aire y me acerqué.

—Hola—Dije tímidamente y él se giró a verme, no parecía contento.

—¿A que viniste?—Hablo tan frío que me dio un escalofrío.

—A explicarte lo qué pasó—Me acerque aun con desconfianza, él se levantó y de igual manera se acercó hacia mi.

—Entiendo que estés herida por lo que sucedió con Deidara pero no tenías porque jugar así conmigo, yo no quería ser un simple pasa tiempo para ti—Hablo, me miraba. Su mirada me reflejaba que esto en verdad lo lastimó, me sorprendí. No podía asimilar completamente que alguien estuviera enamorado de mi para que una acción mal interpretada le importara tanto.

—Es que las cosas no son lo que te hicieron creer, hoy llegue tarde a la escuela y Sasuke también, en el salón donde estábamos, resbalé y caí golpeando mi frente—Apunté mi herida—El solo me ayudo pero no pasó absolutamente nada, apenas y hablo con él y si lo hago es por mi hermano.

—¿Estas segura de que no te gusta?.

—¡Claro que lo estoy! Creo que en todos estos años te he demostrado que no soy la clase de chica que va de chico en chico para obtener atención—El desvío su mirada e hizo una mueca—Sasori, íncluso sabes que después de Obito no he salido con nadie más—Me atreví a tomar una de sus manos.

—Quiero hacer las cosas bien contigo—Apreto mi mano, yo sonreí y acaricié su mejilla.

—Yo también quiero ir en serio contigo.

Tomo la mano que yo tenía en su mejilla y depositó un beso en ella.

—Perdón por haberme portado así, jamás me había gustado alguien como tú me gustas—Hablo y yo agaché mi mirada por pena. Quizás el no era el más expresivo pero aún así me hacía sentir especial. Algo que jamás había podido experimentar.

—No te preocupes—Lo abrace y acaricie su cabello.

—¿Quieres ir a la fiesta de Itachi? Me gustaría ir contigo.

—Claro, vayamos—Acepte sin muchas ganas pero quería hacerlo feliz.

No duramos mucho más en su casa, nos despedimos de su abuela ya que insistió en llevarme a casa a pesar de que le dijera que no era necesario.
Caminábamos con las manos entrelazadas, me sentía extraña, hace tanto que no salía con un chico que todo me parecía increíble.
¿Esto era de lo que tanto hablaban mis amigas? Me sentía feliz.
No decíamos nada, Sasori nunca ha sido de hablar mucho pero me gustaba su compañía.

Tenía mi mirada fija en nuestras manos, sonreía sin mostrar los dientes. Esto me estaba gustando bastante, no era como que antes sintiera la necesidad de tener un novio pero ahora entendía de lo que tanto alardeaba Ino, no era para menos, era maravilloso. Levante mi mirada al sentir que Sasori se detenía, sentí que palidecí cuando vi como Deidara venia en nuestra dirección.

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𝑈𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑎𝑚𝑜𝑟  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora