Tres chicos y solo una decisión.
¿Como poder elegir?
Si Deidara ha sido todo lo que siempre he amado y esperado. Pero Sasori es lo que necesito, lo que le hace bien a mi vida. Mientras que Sasuke es lo que mi corazón grita y exige.
¿Como podré deja...
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Desde la percepción de Sasuke.
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Hoy era el dia, hoy por fin daría el gran paso para que aquello que siempre desee, se cumpliera. Creo que, nunca antes en mi vida había estado tan nervioso, aunque tuviera el apoyo de Itachi, le temía a papá y a su reacción al saber que abrí la boca. Probablemente no le caería nada bien pero, ya no había vuelta atrás.
Pasaríamos todo el día en la casa de campo que teníamos a las afueras de la ciudad. Normalmente disfrutaba mucho estas salidas, alejarnos del ruido y la gente me venía bien. Tome mis cosas y al abrir la puerta de mi habitación, vi a Itachi saliendo de la suya, me sonrió.
—Buenos días, Sasuke.
—Buenos días.
Ambos bajamos, papá y mamá aún no bajaban. Nos sentamos en el sofá más grande de la sala, saque mi celular y trate de distraerme viendo Instagram. Carraspee la lengua, uno de los amigos de Itachi, Hidan. Había subido una foto del imbecil de Deidara dándose a una chica. No podían ser más estupidos, ambos.
Itachi se asomo a mi pantalla. Suspiro.
—Deidara, me da un poco de lástima. Recurriendo a esas cosas para llamar la atención de Kiyan.
—Me repugna, lo quiero lejos de ella—Escupí bastante molesto.
—El la quiere.
—¿Que dices?.
—Asi es, Sasuke. Por más idiota que te parezca, él también está enamorado de ella.
—No me importa, no lo quiero cerca de ella, tampoco a Akasuna no Sasori—Recordé como aquel pelirrojo también gustaba de Kiyan y mi estómago se revolvió.
—Me parecían una linda pareja, es una lástima que no hayan congeniado—Itachi negó con la cabeza, yo lo mire molesto.
—¿¡De qué lado estás!?—Exclame enfadado, el rio.
—Del lado del amor
—Niños, guarden silencio—Mamá entró de la nada con miles de cosas en sus manos. Ambos nos levantamos para ayudarle.
Subimos todo al auto. Creo que mamá siempre exageraba y llevaba cosas innecesarias pero nadie nos atrevíamos a cuestionarla.
Durante el camino, un sentimiento gigantesco de melancolía me invadió. Creo que no había planeado bien todo lo que pasaría, fue un impulso consecuencia de una mala jugada de mis sentimientos pero no podía retractarme. Minato lo sabía, ella lo sabía, esta era la oportunidad que por años había suplicado al cielo y por fin la tenía, no tenía más opción que ser valiente y afrontar todo, incluso a papá.
—Sasuke—La voz de Itachi me sobresalto. Ya habíamos llegado y caminábamos ambos con las maletas en las manos hacia la cabaña—Tranquilo, tan solo con mirarte puedo saber lo nervioso que estás.
