**Academia de magia Sekai [AU]**

Capítulo 6

Capítulo 6: Un Nuevo Comienzo Difícil

Tsukasa, con la tarjeta de estudiante en mano, se encontraba perdido en los vastos pasillos de la academia. No lograba encontrar su primera clase, lo que solo aumentaba su ansiedad. Después de vagar por un tiempo, decidió preguntar a una persona que pasaba cerca. Era un estudiante de aspecto amable, quien se detuvo y, con una sonrisa, le indicó el camino correcto. Agradecido, Tsukasa siguió las indicaciones y finalmente encontró su aula.

Al entrar, la profesora, una mujer de aspecto severo pero con una sonrisa amable, lo miró y anunció su llegada a la clase. "Clase, tenemos un nuevo compañero. Se llama Tsu Ma," dijo, y luego le pidió a Tsukasa que se presentara.

"Hola, soy Tsu Ma. Es un placer conocerlos," dijo Tsukasa, sintiendo las miradas de curiosidad de sus compañeros.

La profesora le mostró su asiento y rápidamente comenzó la lección. Tsukasa, decidido a hacer lo mejor de esta nueva oportunidad, prestó mucha atención. Aunque sentía el peso de la nueva experiencia, absorbía la información con entusiasmo. Sin embargo, cuando la primera clase terminó y los estudiantes salieron al pasillo, algunos de sus compañeros comenzaron a burlarse de él.

"¿Tsu Ma? ¡Qué nombre tan ridículo!" se reían algunos. Otros murmuraban entre ellos, señalando que era solo un plebeyo. Las burlas eran hirientes, pero Tsukasa las soportó con la mayor dignidad posible, pues había anticipado que algo así podría suceder.

La siguiente clase era de resistencia, y Tsukasa sintió que el día solo iba a volverse más desafiante. La clase se realizaba al aire libre en un amplio campo, donde un grupo de maniquíes esperaba a que los estudiantes demostraran sus habilidades mágicas. El profesor, un hombre corpulento con una mirada crítica, llamó a cada alumno para que mostrara su magia.

Cuando llegó el turno de Tsukasa, él se adelantó y explicó con nerviosismo: "Mi magia no es de combate... es magia de curación."

El profesor lo miró con una mezcla de curiosidad y escepticismo, pero insistió en que Tsukasa debía demostrar algo de resistencia. Sin saber qué más hacer, Tsukasa decidió intentar algo inusual. Se concentró y trató de usar su magia de curación en el maniquí, pero en lugar de curarlo, trató de hacer lo contrario.

Mientras el maniquí comenzaba a iluminarse tenuemente, el profesor observaba con creciente decepción. La magia parecía no tener ningún efecto, y los murmullos de los otros estudiantes comenzaron a sonar a su alrededor. Sin embargo, Tsukasa no se rindió. Continuó canalizando su energía, y poco a poco, la luz en el maniquí se intensificó. Lo que al principio parecía inútil, comenzó a cambiar cuando el maniquí empezó a desintegrarse lentamente, convirtiéndose en polvo ante los ojos atónitos de todos.

Tsukasa, exhausto por el esfuerzo, apenas tuvo tiempo de decir: "Esto es lo que puedo hacer," antes de que todo se volviera negro y cayera desmayado.

El profesor, inicialmente sorprendido, se acercó al maniquí convertido en polvo y comprendió que la magia de Tsukasa era más poderosa de lo que había imaginado, aunque su resistencia física claramente necesitaba mejorar. Sin perder tiempo, ordenó que lo llevaran a la enfermería.

Cuando Tsukasa despertó en la enfermería, se sintió tonto por haber agotado todas sus fuerzas en una demostración. "No puedo durar ni un día sin causar problemas," pensó, sintiéndose derrotado. Pero el reloj marcaba la hora de su próxima clase, y no quería parecer aún más débil. Se levantó de la cama, agradeció a la enfermera y salió rápidamente hacia el baño más cercano.

Dentro del baño, Tsukasa se encerró en una de las cabinas. Aprovechó el momento para rezar y tratar de conectarse con los dioses. En su visión, encontró a Meiko, Miku y Gakupo, que lo observaban con preocupación.