**Academia de magia Sekai [AU]**

Capítulo 2

### Capítulo 2: Un Nuevo Día

Tsukasa despertó con los primeros rayos del sol filtrándose a través de las cortinas de su habitación. El cielo estaba despejado y el sol brillaba con fuerza, indicando que sería un día soleado, ideal para salir y explorar. Se incorporó lentamente en su cama, aún con la sensación de que todo lo que estaba viviendo era un sueño. Pero lo primero que pasó por su mente fue revisar su ventana de estado. Recordaba claramente la promesa de Gakupo de arreglar el error. Con una mezcla de esperanza y miedo, abrió su ventana y se encontró con lo inesperado.

"Rango: SSS. Magia: milagrosa".

Tsukasa se quedó completamente en blanco, con los ojos fijos en la pantalla frente a él. Estuvo a punto de gritar de frustración y desesperación, pero en ese momento, alguien llamó a la puerta.

-¿Tsukasa-sama? -la voz de Emu se escuchó desde el otro lado de la puerta.

Tsukasa, aún aturdido, respondió.

-Sí, pasa, Emu.

Emu entró, irradiando su habitual energía positiva, y con una sonrisa, saludó:

-¡Buenos días, Tsukasa-sama! Hoy es un día perfecto para aprender cosas nuevas.

-Buenos días, Emu -respondió Tsukasa, todavía tratando de asimilar lo que había visto. Decidió preguntarle sobre la ventana-. Emu, ¿puedes revisar mi ventana de estado? ¿Ya está arreglada?

Emu asintió y se acercó para ver la ventana. Después de unos segundos, confirmó con alivio:

-¡Sí! Ahora está todo normal. Tu rango es F, y tu magia es... ¡magia común! Nada fuera de lo ordinario.

Al escuchar esto, Tsukasa sintió una oleada de alivio recorrer su cuerpo. Recordó las palabras de Gakupo: solo él podía ver su verdadera magia y rango. Los demás verían algo completamente normal. Una sonrisa se formó en su rostro al darse cuenta de que su vida tranquila aún era posible.

Emu, notando la felicidad de Tsukasa, comentó:

-Veo que algo te ha alegrado, Tsukasa-sama. Me alegra que hoy sea un día tan maravilloso para estudiar.

Tsukasa, aún con la sonrisa en los labios, respondió:

-Sí, hoy realmente parece un buen día. Gracias, Emu. Estoy listo para comenzar.

-Perfecto -respondió Emu con entusiasmo-. Te espero en la puerta mientras te preparas.

Tsukasa asintió y se dirigió al baño para cambiarse. Mientras se lavaba la cara, no podía evitar pensar en lo afortunado que era de que todo hubiera salido bien. Después de vestirse con la ropa que Emu había preparado, salió de su habitación y se dirigió hacia la puerta donde Emu lo esperaba pacientemente.

-¡Vamos al comedor! -exclamó Emu con una sonrisa radiante, mientras lo guiaba a través de los pasillos.

Mientras caminaban, Tsukasa no pudo evitar notar lo grande que era la mansión. Pasaron por varios cuadros familiares colgados en las paredes que llamaron su atención. Uno mostraba a su hermana sosteniéndolo cuando era un bebé, otro retrataba a sus padres con una elegancia impresionante, y el tercero era una foto familiar donde él se veía increíblemente triste. Se detuvo frente a este cuadro, preguntándose por qué se veía tan abatido en una escena que debería haber sido feliz.

-¿Le sucede algo, Tsukasa-sama? -preguntó Emu, al notar su expresión pensativa.

-No, es solo... extraño -respondió Tsukasa, sin apartar la vista del cuadro-. Me pregunto qué podría haber pasado en ese momento.