Capítulo 5

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Capítulo 5: La Nueva Realidad de Tsukasa

Después de la mágica noche de las estrellas, Tsukasa había vuelto a su rutina diaria, enfocado en sus estudios. A medida que los días pasaban, su mente no dejaba de vagar hacia las visiones y las conversaciones con los dioses que había experimentado. Esa tarde, mientras repasaba notas en su habitación, decidió que era un buen momento para visitar a Miku, Meiko y Gakupo, los dioses que ahora consideraba amigos.

Al entrar en la dimensión de los dioses, encontró a Meiko y Miku jugando alegremente, mientras Gakupo disfrutaba de un café, observando la escena con una sonrisa tranquila. Al ver a Tsukasa, los tres dioses se alegraron y lo saludaron con entusiasmo. Pasaron un buen rato juntos, riendo y conversando, hasta que Meiko recordó algo importante.

"Tsukasa, ¿qué hiciste con la carta de la anciana?" preguntó Meiko, interrumpiendo la conversación.

Tsukasa se quedó en blanco por un momento, su mente intentando recordar. "¡La carta! Se me olvidó completamente," respondió, alarmado.

Miku y Gakupo intercambiaron una mirada y luego le instaron a que revisara la carta de inmediato. "¡Ve a verla! Puede ser importante," le dijeron.

Tsukasa salió de la realidad divina y regresó a su cuarto con rapidez. Ahí estaba la carta, esperándolo sobre su escritorio, intacta y olvidada. Al abrirla, un holograma se desplegó ante él, con una figura que se presentó como An, la directora de la academia de magia. El mensaje era claro: Tsukasa estaba invitado a asistir a la prestigiosa academia, una oportunidad única que no debía desperdiciar.

La emoción inundó a Tsukasa, quien no pudo evitar correr hacia el comedor, donde encontró a Emu. "¡Emu! ¡Me han invitado a una academia de magia!" exclamó, casi sin aliento por la emoción.

Emu lo miró con escepticismo al principio, pero cuando Tsukasa le mostró la carta, su expresión cambió. "¿De verdad? ¡Eso es increíble!" dijo, ahora completamente convencida.

"Voy a avisar a tus padres de inmediato," agregó Emu, tomando la carta y dirigiéndose hacia la oficina de sus padres.

Tsukasa asintió, entendiendo que la decisión final no recaía completamente en él. Pasaron varios días sin noticias, hasta que una mañana, Emu irrumpió en la habitación de Tsukasa, gritando emocionada.

"¡Tsukasa, llegó la respuesta de tus padres!"

Tsukasa corrió a recibir la carta, sus manos temblando ligeramente al abrirla. Sus padres aceptaban que fuera a la academia, pero con una condición: no le enviarían dinero ni apoyo económico. Era evidente que sus padres querían deshacerse de él para poder disfrutar del dinero que les sobrara, viviendo una vida de lujos sin preocuparse por él.

El rostro de Tsukasa se endureció al leer esas palabras. "Ellos solo me quieren fuera de sus vidas por conveniencia," murmuró con rabia contenida.

Emu, al ver su reacción, trató de consolarlo. "Tsukasa, sé que esto es difícil, pero puedes hacerlo. Ganarás tu propio dinero y demostrarás que puedes valerte por ti mismo."

Tsukasa asintió, decidido. "Sí, ganaré mi propio dinero. No necesito que ellos me ayuden."

Con el apoyo de Emu, Tsukasa comenzó a prepararse para su nueva vida. Sabía que Emu no podría acompañarlo, ya que estaba al servicio de sus padres, pero se despidió de ella con la promesa de que ambos se mantendrían en contacto.

Los meses pasaron rápidamente, y finalmente llegó el día de partir hacia la academia. Emu lo acompañó hasta el carruaje, donde se despidieron con un largo abrazo. "Cuídate, Emu. Te echaré de menos," dijo Tsukasa, con tristeza en su voz.

**Academia de magia Sekai [AU]**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora