Todos miraban al pelinegro con una expresión de total extrañeza y confusión, aunque claro el más confundido de todos era Atsushi, luego de la charla que había tenido con su superior y con el mafioso en la mañana, los tres se dirigieron a la agencia, dos para trabajar y uno en son de paz, su pretexto era que ese día estaba desocupado y quería conocer más sobre la vida diaria del peliblanco. Ahora se encontraba ahí, sentado en el sillón, enfrentando la mirada de todos en la agencia, en especial de Kunikida.
–Oye mafia... ¿se puede saber qué haces aquí?
–Vine en son de paz
–No pregunté eso
–Le he pedido a Jinko que sea mi novio, y no pienso retirarme hasta obtener una respuesta –repentinamente todos voltearon a ver a Atsushi, el cual estaba en su escritorio todo sonrojado. Dazai estaba en el suyo y Ranpo estaba de pie a su lado.
–JAJ vaya, vaya veo que se te adelantaron Dazai... si no te apuras lo perderás, tengo que admitir que ese chico tiene bolas para venir hasta acá
–Sabía que no podía pasar desapercibido por ti Ranpo-san... –puso una expresión un tanto molesta –¿qué me recomiendas hacer?
–Si te digo lo que pasa ya no va a pasar, y si te lo vuelvo a decir, el futuro volverá a cambiar... deja que te lleve la corriente, poco a poco encontrarás algo más seguro
–¿Entonces debo seguir igual?
–A menos que Atsushi decida lo contrario... creo que aquello que buscas está más cerca de ti de lo que piensas sólo que aún no te has dado cuenta –los gritos de Kunikida subieron de intensidad, ambos pelicastaños voltearon a verlo mientras interrogaba al pelinegro.
–¡COMO CARAJOS QUIERES QUE CONFIEMOS EN LA PALABRA DE UN MAFIOSO!
–Pues ya he dicho porque estoy aquí... realmente no tengo planes de hacerle daño a nadie y si quisieran podrían mantenerme vigilado –las miradas de todos los presentes, representaban un montón de pensamientos distintos, de asombro, pánico, miedo etc. no sabían a quien poner atención, si a Kunikida, a Atsushi que estaba al borde de la euforia del momento o si a Akutagawa que se veía muy serio respecto al tema.
De esta forma avanzó el día, con un Atsushi confundido y con ganas de que la tierra se lo tragara, un Dazai un tanto inquieto por la situación, un Akutagawa serio y con mirada impertérrita, y un Kunikida furioso que pese a que tenía mucho trabajo no le quitaba la mirada de encima al mafioso.
A la hora de salir y regresar a casa, los dos mayores acompañaron al peliblanco hasta su departamento.
–eto... ¿Por qué me han seguido los dos?
–Es obvio –dijo el castaño– ninguno de los dos quiere separase de ti y darle ventaja al otro
–Pero aún no les doy respuesta
–Ninguno está dispuesto a esperar a que te decidas y te lleves más tiempo del necesario –agregó el mafioso
–Vamos a seguir actuando como lo hacíamos
–Sin embargo...los dos queremos algo de ti
–Bueno... si con eso van a dejarme en paz supongo que podría cumplir a su petición
–Ambos queremos tener sexo contigo
–¿huh?
–Tienes que elegir con quien de los dos lo harás –dijo Dazai
–P...per... pero yo...
–Y si mejor te hacemos escoger ¿Qué dices Akutagawa-kun? Que tal si entre los dos le ayudamos a Atsushi para que pueda escoger al que quiera más
–Supongo que así será...
Los dos mayores acorralaron al menor, éste se apresuró a entrar a su casa tratando de dejar a los otros afuera, pero sólo logró ser encerrado como tigre enjaulado. Aun estaba pegado a la puerta cuando Dazai le había dado un profundo beso, Akutagawa sintió cierta envidia, comenzó a retirar sus ropas y las de Atsushi, dejó abajo su pantalón y vio que estaba un poco duro el bulto en sus boxers, comenzó a acariciar justo ahí. Atsushi mientras ahogaba sus jadeos en la boca de Dazai quien no lo soltaba nada.
Una vez terminó ese beso, Atsushi fue cargado por Dazai hasta llevarlo a su propia habitación, ya no podría ver aquel sitio igual si llegaba a recordar lo que sucedería esa noche, lo recostó en la cama y apartó sus boxers, ambos mayores veían el miembro de Atsushi bastante duro. Dazai comenzó a masturbarlo mientras el pelinegro fue ahora por la boca y pezones de Atsushi, él ya había perdido sus sentidos. No soportaba la sensación de ser atacado por todos lados, uno moviendo su mano en su pene como un profesional y el otro molestando a sus pezones que se excitaban con facilidad. Dazai y Akutagawa intercambiaron miradas, como si estuvieran retándose el uno al otro. Pusieron a Atsushi en cuatro, era hora de que alguien entrara en él.
–Tu superior debe hacerlo Akutagawa, espera tu turno
–Es preferible que yo lo haga
–Resolvamos esto con un piedra, papel o tijeras –y así lo hicieron, el ganador fue Akutagawa, cosa que molestó un poco a Dazai. Akutagawa se puso detrás del albino y con dos de sus dedos comenzó a aflojar la entrada. Atsushi no aguantó mucho dado que antes había sido atendido en su parte frontal y se corrió sobre las sábanas. Mientras tanto Dazai había bajado parte de sus pantalones y boxers y desde el frente le mostró a Atsushi su miembro grande y erecto.
–Nee Atsushi-kun ¿atenderás esto? –el albino lo miró fijo un momento, y tras dudarlo un poco metió el miembro de Dazai a su boca, poco a poco ya que no cabía todo. Despacio Dazai comenzó a moverse en su boca. El azabache admiró esa escena que por mucho, era excitante, sacó su propio miembro y lo insertó en el ano del albino, éste sólo abrió los ojos como platos y por un momento se olvidó de mover su boca para el miembro del castaño. Akutagawa comenzó a dar estocadas fuertes, bastante fuertes haciendo al menor gemir muy fuerte, para los dos mayores fue música para sus oidos y cada uno siguió con su trabajo, uno dando embestidas duras al menor y el otro casi obligándole a hacerle una felación. Los dos mayores se movían al compás haciendo que Atsushi se excitara más y más. Dazai se corrió en su boca y Atsushi se tragó el semen de su superior. Mientras Akutagawa seguía dentro moviéndose dando en el punto dulce del albino. No mucho después también terminó dentro, al salir lo hizo lentamente para que el semen no saliera de su interior.
Ahora venía el turno de Dazai, volteó a Atsushi para que se miraran cara a cara. Le dio un beso casto, alzó sus piernas sujetándolas de sus rodillas e insertó su miembro aún erecto. Atsushi se sentía a morir. Dazai se movía lento pero daba embestidas certeras, cosa que desesperaba un poco al peliblanco. Akutagawa le plantó más besos en sus labios, mejillas y cuello dejando en él marcas rojizas, también jugó más con aquellos botones rosas que lo volvían loco cada que se ponían erectos.
–AHH AHHH AHHH! POR FAVOR!! YA! YA NO MÁS!! –era lo único que podía articular el albino. Pues lo tenían a merced de ese par. Antes de que Dazai terminara en su interior masurbó de nuevo el miembro de Atsushi para que pudieran correrse a la par. Unas embestidas más en el punto G de Atsushi y caricias en sus pezones bastaron para que volviera a tener un orgasmo. No tardó mucho que Dazai terminara en el interior del menor, llenando esta vez con su semen su ano. Atsushi sentía que moriría. Pero no quería seguir lidiando con esos dos así que se dejó caer en la cama esperando a quedarse dormido. Sentía todo pegajoso. Pensar que tenía toda su parte baja cubierta de fluidos tanto propios como ajenos. Cuando Atsushi se durmió, los otros dos se encargaron de limpiar, y como ninguno quería que el otro obtuviera ventaja sobre el más chico, ambos durmieron junto al chico tigre...
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Cuando escribí esto lo disfruté mucho
Hoy día ya no es tanto mi estilo este tipo de historia, sólo espero que llegue la parte del drama que me gusta jiji
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AMOR TRIPARTITA (DazaixAkutagawaxAtsushi)
FanfictionÚltimamente Atsushi y Dazai han estado juntos en varias misiones. Dazai salvó a Atsushi en varias peleas, sin embargo, en cada una de las misiones obtenían la victoria. De vez en cuando Dazai trataba a Atsushi cual damisela en aprietos. El poder que...