AMOR TRIPARTITA (DazaixAkutagawaxAtsushi)

DESMAÑANADOS

Allí estaba, en casa del rubio, en su cama para ser precisos. Se encontraba acostado reconsiderando si tenía arrepentimientos. Sus caderas dolían intensamente. Apenas podía moverse.

–El baño ya está listo, puedes entrar cuando quieras –dijo Kunikida desde el borde de la puerta de la habitación

–No quiero pararme

–Sabes que tienes que "limpiarte"

A regañadientes Dazai se levantó como pudo de la cama. Sentía que si daba un paso en falso se caería en pedazos. Agarrándose de las caderas y recargándose de lo que encontrara a su paso se dirigió al baño y el único pensamiento que surcaba su mente era: no volveré a subestimar a los pasivos.

El rubio lo veía apenado por haberlo dejado en tal estado. Pero no se arrepentía de nada. Vio que entró al baño y soltó un suspiro. Pensó que luego de un baño caliente el otro se sentiría mejor. Fue a la cama y vio el desastre que era. Sacó las cobijas y sábanas y las echó a lavar. De repente escuchó un estruendo proveniente del baño y su nombre fue pronunciado. Entró al baño de inmediato y se encontró a su pareja en el suelo apenas pudiéndose sostener.

–¡Dazai! ¿Qué te pasó?

–Me resbalé y caí... trataba de quitarme las vendas de las piernas cuando pasó... ahora me duele aún peor las caderas

Kunikida ayudó a Dazai a levantarse y una vez lo hizo le quiso quitar las vendas él, lo que provocó cierto nerviosismo en el castaño.

–No es necesario que me ayudes

–No importa, igual quiero ver tu cuerpo sin esos fastidiosos vendajes

Una vez le quitó los vendajes contempló su cuerpo de pies a cabeza.

–Creo que tomaré un baño contigo así vigilaré que no te vuelvas a caer

–No te burles

En la ducha comenzaron a bañarse pero Dazai sentía que moriría, la vergüenza de ser visto completamente desprotegido era demasiada, tenía que encargarse de algo y era lo que el otro le había dicho antes, debía limpiarse. Trató de hacerlo mientras el rubio estaba volteado. Se recargó de una pared y trató de alcanzar con su mano derecha su trasero. Justo en el momento en que lo logró no se dio cuenta de que Kunikida había volteado. Éste miró como Dazai se metía un dedo ligeramente y pudo notar que semen empezó a salir de ahí, escurría por sus muslos y el otro estaba temblando. De pronto Dazai sintió las manos del otro tocar su piel.

–wah! ¿Qué haces?

–Te voy a ayudar. Si no te limpias correctamente puede ser malo

Apartó la mano del castaño y él comenzó a meter un par de dedos en el ano contrario. Los metía y sacaba lentamente tratando de rebuscar que en su interior no quedaran restos de su semen. Veía como este salía a borbotones mientras el otro sacaba jadeos ligeros.

–Creo que ya está limpio

–No sé di debo darte las gracias o no... –vio la incomodidad que el otro mostraba y entendió lo que pasaba– no esperaba que fueras tan semental Kunikida-kun

–¿Por qué lo dices?

–Te pusiste duro... ¿tanto te excita ver mi trasero?

–Me encargaré de eso después –dijo con un ligero sonrojo– aunque debo decir que veo que tú también tienes una erección

–Me estuviste tocando justo ahora que estoy tan sensible... ¿qué esperabas?

–No me puedo contener en estas condiciones

–Pues ya ni modo...

Comenzaron a tener sexo otra vez. Kunikida embestía a Dazai mientras él se recargaba en la pared. Su interior estaba muy blando. Mientras le penetraba masturbaba el miembro del otro tratando de que ambos se libraran de su erección. Pasó un tiempo y el baño se llenó de gemidos y ruidos obscenos.

Dazai eyaculó en la mano de Kunikida mientras soltaba un largo jadeo. El rubio siguió empujando dentro del más bajo hasta que sintió que iba a terminar. Varias rápidas y continuas penetraciones se presentaron y después Kunikida se liberó del interior de Dazai y eyaculó sobre sus nalgas y espalda. Al sentir eso el otro volteó a verle.

–Si lo hacía dentro de nada hubiera servido limpiarte antes

–Sabes eso no me consuela

Soltaron unas risitas. Ese día iba a ser eterno para Dazai quien odiaba el dolor.

.
.
Aquí tienen su dosis diaria de porno jajajaja gracias por leer