T/N llega Londres a los 16, no tenía muchos amigos así que fue al parque donde siempre iba su hermano con sus amigos, a los 21 empieza a grabar el sitio y un día pasa algo inesperado.
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Pasaron los días con la misma rutina. Le pusimos etiquetas especiales a los chicos del parque para diferenciarlos de los demás visitantes. Un día, mientras Central Cee estaba allí, se me ocurrió una idea.
-Oye, Cee, tengo una idea -dije, tratando de mantener mi emoción bajo control.
-Dime, te escucho -respondió, con su voz firme, mirando a los alrededores con atención.
Tomé aire y empecé a explicarle.
-Tengo muchas ideas, la verdad. Empezando por crear una red social para que más gente quiera venir. También podríamos traer a gente reconocida los fines de semana y subir un poco el precio de las entradas cuando haya celebridades. Además, podríamos montar un espacio de comida y otro para que la gente pueda hablar y tomarse fotos con los famosos. Es una idea que se me ocurrió hace unas horas y tenía ganas de compartirla contigo.
Cee asintió, procesando mis palabras con una mirada pensativa. Luego, con su típica sonrisa, respondió:
-Eso suena bien, T/N. Me gusta cómo piensas. Pero dime, ¿sabes cómo manejar una red social?
Asentí con confianza.
-Sí, tengo algo de experiencia. Puedo encargarme de crearla y gestionarla.
-Perfecto -dijo, relajando los hombros-. Conozco a alguien que puede ayudarnos a hacerla crecer rápidamente.
La idea de la red social me entusiasmaba. Podría ser la plataforma perfecta para atraer a más personas y dar a conocer el parque. Estaba a punto de responder cuando una vibración en mi bolsillo me recordó que tenía un mensaje pendiente.
Guardé el teléfono sin mirar y volví mi atención a Cee, que ahora observaba a algunos de los chicos mientras practicaban sus trucos de skate.
-Mira a esos chicos -dijo, señalándolos-. Les encanta este lugar. Tienen su propio estilo y energía. Queremos que siempre se sientan bienvenidos aquí, ¿verdad?
-Definitivamente -asentí, compartiendo su visión-. Por eso pensé en las etiquetas especiales. Quiero que ellos y los trabajadores del parque tengan siempre acceso libre.
Cee sonrió.
-Buena idea. Así también diferenciamos a quienes son parte de nuestra comunidad.
La tarde pasó rápidamente mientras discutíamos los detalles del futuro del parque. Planificamos cómo implementar las ideas y qué pasos dar primero. Decidimos que el próximo fin de semana sería ideal para empezar a promocionar el nuevo concepto del parque y lanzar la red social.
Cuando el sol empezó a ocultarse, el parque se fue quedando vacío. Me quedé un rato más con Cee, cerrando las puertas y asegurándonos de que todo estuviera en orden. La idea de cobrar una entrada a nuevos visitantes y organizar eventos especiales era emocionante. Estábamos construyendo algo grande, algo que atraería a más gente y haría del parque un lugar aún más especial.
