8. Decepción.

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27 de julio.

Partieron temprano por la mañana al lugar del campamento.

Darling no podía esperar a llegar para hablar con Hermione, pues ambas estaban separadas. Hermione estaba viajando en el coche de sus padres, y Darling en el de los suyos.

Miró por la ventana, viendo las casas borrosas gracias a la velocidad a la que iba el coche. Y dejó salir una risita cuando escuchó que su padre comenzaba a cantar una canción de ABBA.

Ojalá llegaran pronto.

♦♦♦

Darling no estaba segura de cuánto tiempo habían tardado en llegar, pero calculaba alrededor de una hora y una hora y media.

Se instalaron en un claro que estaba cerca de la entrada al bosque, pero también cerca de los baños, por supuesto.

Mientras los adultos armaban las tiendas de acampar, Darling se le acercó a Hermione, que estaba apartada a un lado, de pie con un libro pequeño en la mano.

—Her, Her —la llamó, sonriéndole—. ¿Qué lees?

—Nada —Hermione bajó el libro de inmediato, sin darle chance a Darling de leer lo que decía la portada—. Solo… nada.

Darling encontró extraño que Hermione apartara la mirada y se viera tan rara, pero decidió dejarlo pasar.

—¿Algún plan para estos días de campamento?

Darling esperó un «pasar el día contigo», como Hermione ya había respondido antes a una pregunta similar. Sin embargo, Hermione se encogió de hombros, aún mirando a otro lado.

—Leer, quizá —respondió—. Hacer algunas actividades que nuestros papás planearon… Nada más, creo.

Darling se sintió levemente decepcionada, pero se apresuró en apartar eso de su mente. Hermione y ella habían pasado ratos más que agradables en la playa, quizás a Hermione no le gustaba tanto el bosque y por eso ese comportamiento extraño.

—Nos tocará compartir carpa, ¿sabías? —comentó Darling, mirando a donde los padres de ambas armaban dicha tienda de acampar.

Como Darling no la estaba mirando, se perdió de cómo Hermione tragaba saliva y la expresión de pánico que apareció en su rostro durante unos segundos.

—No sabía —dijo Hermione en voz baja, ahora también mirando en la misma dirección que Darling.

—Bueno, más tiempo juntas, ¿no? —inquirió Darling, regresando la mirada a ella y sonriéndole.

—Sí, supongo.

Y antes de que Darling pudiera decirle algo, Hermione se alejó en dirección a las madres de ambas.

Darling se quedó ahí parada, tratando de entender su comportamiento, pero sin éxito.

♦♦♦

A medida que pasaba el día, Darling comenzó a pensar que, definitivamente, algo estaba mal con Hermione.

Cuando llegó la hora de la cena, le respondió cortamente a Darling un par de preguntas que le había hecho para sacar conversación, y después le dio la espalda para comenzar a hablar con la señora Granger. Y, después de la cena, cuando los padres de ambas las mandaron a buscar ramas para la fogata, Hermione se había ido por otro lado, aunque Darling le había pedido que la siguiera para que no se perdiera.

Sí, a Hermione le estaba pasando algo. No era normal que la evitara tanto.

Darling comenzó a dejar las ramas que había recolectado en el suelo, con su mirada fija en Hermione, que hacía lo mismo enfrente suya.

Lo único que quería este verano || Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora