La escalera

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🌶️ Esta si es muy explícita, solo cumplo con avisar🌶️


-Te tengo una pequeña sorpresa

-Que pequeña sorpresa?- últimamente Carlos se estaba luciendo con sus sorpresas, que de pequeñas no tenía nada, unas vacaciones todo pago con mis amigas, un auto, que viene ahora? Un negocio a mi nombre?

-Te va a encantar- me dijo tomándome la mano y acercándome a él, como si quisiera bailar tango- de verdad espero que te encante- amo sus besos, si me encanta ver sus labios, cuando los beso me derrito y él lo sabe, por eso siempre pone su brazo en mi espalda para sostenerme

-Te amo- es lo único que pude decirle después de tan majestuoso beso

-Yo te amo muchísimo más- su olor, sus ojos, la suavidad de su piel, sus brazos firmes, y esa barba rasposa- Ve a vestirte que te debo llevar con tu sorpresa

-Oh! Así de pequeña es?- dije con tono sarcástico

-Tu bien sabes que no lo es- sus ojos se volvieron lujuriosos, conozco esa oscuridad en sus ojos brillante

-Guarro- es la palabra mágica para asegurarme que terminaré viendo estrellas

Huyo lo más rápido que puedo pero sus pasos son más largos, me alcanza en el rellano de las escaleras, y solo puedo pensar que aquí es el único lugar de la casa que nunca hemos perjudicado

-Mírame- se acomoda sobre mi mirándonos fijamente

Inmoviliza mis manos con su mano, y mis piernas con el resto de su cuerpo, sabe aprovechar bien la diferencia de estatura, para algunas cosas se vuelve algo difícil pero en otras es un 1000/10. Esa mirada y sonrisa de desquiciado que lanza antes de comenzar el mejor show que puede ofrecer, sus besos pasando por el cuello hacen que mis pulmones ya no sean suficiente, su lengua sube desde la clavícula hasta el lóbulo de la oreja izquierda, mi respiración se escucha rápida, con suspiros y jadeos. Usa su pierna para separar las mías y abre la bata de pijama que me había obsequiado alguna vez, dirige su dedos largos por la parte interna de mis muslos, de arriba a abajo, roza los cortos vellos púbicos que emergen y yo con un leve movimiento de cadera intento acercar mi clitoris a su tacto pero al parecer le molestó.

-No- su voz más profunda, y sus ojos oscuros observando hasta el fondo de mi alma, que le decía, ¡suplicaba! por tenerlo dentro en ese instante

Lo único que conseguí fueron sus besos en mi pecho, ya no sentía su peso encima y sus manos bajaban lentamente por mis laterales, cintura y cadera, haciéndome sentir un cosquilleo electrizante sumándole los mordiscos a mi pezón derecho. La luz tenue iluminaba lo justo para evidenciar perfectamente como sus dientes apresaban mi pezón izquierdo, me permite acariciar su mejilla como el toque de un pétalo de rosa, me dedico a disfrutar con los ojos cerrados de todos sus besos, de arriba a abajo y entre más abajo, más impaciencia me genera. Es su venganza cruel por hacerle lo mismo la última vez que nos vimos.

-Puedes correrte- dice en un susurro al momento de meter sin previo aviso y tan fácilmente dos de sus dedos pidiéndome que me venga desde el interior de mi vagina, todo dentro de mí se contrae, mis caderas se levantan un poco y Carlos saca agresivamente sus dedos provocando que un corto chorro emerja de mi generando choques en todo mi ser

La vista se vuelve a enfocar correctamente y sin poder emitir una sola palabra enredo una de mis piernas en su cuello y lo llevo a que me la chupe como él bien sabe hacer, aunque conociendo la fuerza de su cuello no pone ninguna resistencia. Esa lengua suave haciendo movimientos de explorador, el roce de labios con labios hace que se erice toda la piel, los gemidos que salen de mi garganta son más unos aullidos, intento acercar su rostro a mi como siempre lo había hecho, juntando mis piernas para no dejarlo escapar, pero esta vez con fuerza separó las piernas lo más que podía para proceder a pasar su lengua larga y gruesa de abajo hacia arriba para entretenerse un buen tiempo con mi clitoris haciéndome retorcer y provocándome un dolor abdominal por aguantar el orgasmo, quería que fuera lo más explosivo posible. Y lo fue, el primero y el segundo.

Cuando decidió que era hora de parar su bella tortura me devoró los labios, de arriba, pasándome todo el fluido esparcido por su nariz, labios y barbilla. Mi rostro parecía el de cualquier viciosa disfrutando su dosis de placer, con Carlos ya no me importaba si me amarraba y me cogía como a su esclava personal, aceptaría cualquier cosa que sugiriera con tal de complacerlo.

Las manos de ambos recorrían absolutamente todo, adiós a su camiseta, su correa, pantalón y bóxer. Su cuerpo era una escultura clásica, todas sus medidas eran perfectas y el ardor que ocasiona en mi vagina solo podía ser calmado por su miembro gordo al que ya me tiene acostumbrada. Una entrada más calmada, pues sabe que fácilmente podría generar una herida y acabar con toda la función como ya ha ocurrido en el pasado. Suspiro al ya sentirla por completo, se me va el oxígeno de los pulmones, mi pequeño cuerpo no está hecho para esto pero me gustan los retos.

Comienza a friccionar lentamente sin soltar el contacto visual, el sudor en su frente es tan excitante, todo mi cuerpo se mueve por las embestidas, escucho el contacto de ambos y quiero poner mi mano contra el escalón para evitar esos empujones cuando Carlos se detiene tan de repente y sale de mi dejándome inquieta sin saber que hacer, no esperaba que se saliera justo en este momento, se quedó ahí de rodillas frente a mi observando

-Ve a la escalera, YA- tal vez si me dijeran que un león viene por mi no me habría levantado tan rápido, me senté en el segundo escalón, apoyando mis codos en el siguiente y abrí mis piernas mostrándole mi muy mojado coño

-Eres una puta- me dijo sonriendo parado frente a mi, agarro mi cara con una sola mano y procedió a comerme el rostro a besos violentamente en lo que yo masturbaba su miembro(te) duro

-Me gotea el coño- recogió con su dedo lo que caía de mi para ponerlo en medio de nuestros labios, peleándonos con nuestras lenguas por mis propios fluidos, y si me sentí la puta a la que se refería, pero era suya.

Volvió a bajar su mano por un segundo pensé que lo volvería hacer, hasta que sentí su mano en mi cintura intentando voltear mi cuerpo dejándome en 4 sobre las escaleras, con la piernas muy abiertas y parte de mi cabello en la cara, no pude ni arreglarlo porque Carlos me tomó de ambas manos tirando mi torso hacía atrás, dejándome apoyar todo mi cuerpo solo en las rodillas. Era claro que no necesitaba más lubricación para volver a recibir a su gran dote, se sintió como un corcho tapando a presión una botella, pero que deliciosa sensación. De nuevo sus bolas golpeando contra mi y mis alaridos ya sonaba como eco, sin mencionar la sensación de punzadas por dentro, es como si cada vez llegara más lejos al traer todo mi cuerpo contra el suyo.

La posición era mucho mejor para él que para mí, mi estrechez lo succionaba atrayendo su liberación ardiente, esas rústicas manos se adhirieron a mi cadera dejando libres por fin las mías, que automáticamente, fue una como apoyo y la otra al clitoris que necesitaba atención para estar a su mismo nivel de excitación

-No te corras todavía

-Que?- el nunca me negaba un orgasmo, pero hoy no estaba siendo muy él

-Aún no- su voz en hilo y unas cuantas abalanzadas más de su cuerpo al mío y la oleada de leche caliente que sentí como me inundaba, me hizo pensar hoy en definitiva no estaba siendo muy él pero me encanta que se venga adentro sin preguntar


🌶️Bueno disfruten <3.

One shots CS55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora