Te despiertas con el sol colándose entre las cortinas, filtrando su luz sobre tu rostro. El pueblo en el que vives, normalmente tranquilo, está en plena temporada vacacional. Mientras muchos llegan aquí para escapar de la rutina, para ti es parte de tu vida diaria. Trabajas en uno de los puestos del mercado local, un lugar al que los turistas acuden por su encanto tradicional y sus productos frescos. Hoy será otro día largo, pero no te molesta. El mercado es tu mundo, y ahí has conocido gente interesante, como tu compañero de trabajo, Lance. Es algo torpe, pero entiendes que es porque es nuevo. Te cuesta no sonreír intentando aguantar la risa cuando lo ves tratando de manejar las cosas con la mejor de las intenciones, aunque siempre haya algún desliz.
Aún así, lo más interesante del día sucede fuera del mercado. Desde que eras pequeña, habías sentido una extraña atracción por Fernando, el hijo mayor de los vecinos. Siempre te había parecido simpático y, aunque nunca pasó nada entre ustedes, hubo una época en la que su sola presencia te ponía nerviosa. Pero todo eso cambió. Hace tiempo que has empezado a notar a alguien más, su hermano menor, Carlos. Es de tu edad y, aunque antes pasaba desapercibido, últimamente te resulta imposible ignorarlo. Quizás es porque ya no es el niño que conociste, o tal vez fue cuando lo viste con su novia, besándose apasionadamente a través de la delgada cortina de su habitación. Sus grandes ojos y labios carnosos te han empezado a atraer de una manera que no esperabas.
Al salir de casa camino al trabajo, te encuentras con un grupo de chicos que claramente parecen perdidos. Son universitarios que vinieron de paseo al pueblo. Nico, con su sonrisa fácil y el cabello revuelto; Checo, más bajo y de aire despreocupado, y Lewis, con una expresión serena y gafas de sol oscuras. Te preguntan por la playa, y aunque tienes prisa, decides guiarlos. Mientras caminas junto a ellos, te hacen algunas preguntas sobre el pueblo, te agradecen por la ayuda y Nico, especialmente, parece encantado de conocerte. Al final, los dejas a unas calles de la playa y te despides rápidamente, volviendo a tu rutina.
De vuelta en el mercado, tu mente comienza a divagar mientras atiendes a los clientes. No puedes evitar imaginar cómo sería besar los labios de Carlos, tan llenos y tentadores. Te sorprende lo seguido que has estado pensando en él últimamente. Estás tan inmersa en tus pensamientos que apenas notas cuando alguien se acerca. Es Nico, el universitario. Te saluda con entusiasmo, reconociéndote al instante. Te invita a salir con su grupo en algún momento, a ser su guía turística. Aunque suena tentador, no puedes aceptar.
-Tengo que trabajar toda la semana, lo siento
Aunque te cae bien, tu mente sigue fija en Carlos. Rechazas amablemente su oferta y él lo entiende, despidiéndose con una sonrisa.
Ya en casa, después de un largo día, subes a tu habitación y, justo cuando te dispones a descansar, escuchas ruidos provenientes del jardín vecino. Te asomas por la ventana y lo ves a él, Carlos está ahí, pateando algo con frustración. Te preguntas qué estará pasando, así que le llamas con cautela desde tu ventana.
-Todo bien?-le preguntas, tratando de no sonar demasiado interesada
Carlos te mira y duda por un momento antes de responder
-Sí, todo bien -sacando su pulgar, pero no te convence. Claramente algo lo está molestando
No insistes, aunque te queda la duda, lo observas por un tiempo más hasta que ya no hay más que hacer. Cuando terminas de cenar esa noche y subes de nuevo a tu cuarto, prendes la luz para leer un poco. De pronto, oyes que alguien te llama. Es Carlos, desde su ventana.
-Es complicado- murmurando. Evita mirarte directamente, como si ponerlo en palabras lo hiciera real
-A veces hablar ayuda- te ofreces a escucharlo, apoyándote también en el borde de tu ventana, intentando acortar la distancia física y emocional.
Carlos duda por un momento, pero finalmente te mira, sus ojos reflejan una mezcla de tristeza y confusión que te desarma un poco.
-Es mi novia. O mejor dicho exnovia - te dice con un leve énfasis en esa última palabra. Tú parpadeas atonita, aunque no debías estarlo celebrando internamente -Terminamos hoy
Notas que su voz tiembla un poco, y se esfuerza en mantener la calma.
-Lo siento mucho Carlos -respondes, genuinamente afectada, aunque en el fondo sientes un pequeño impulso de alivio. Luego te arrepientes de pensarlo y continúas la conversación - Que les pasó?
Carlos desvía la mirada, contemplando el marco de su ventana antes de volver a mirarte
-No lo sé, bueno sí lo sé, esto no estaba funcionando. Ella dijo que necesitábamos tiempo, que no era lo mismo de antes. - hace una pausa y te sonríe con tristeza- Creo que tenía razón, pero duele igual
Te quedas en silencio, sin saber exactamente qué decir. De repente, sientes que hay un peso en la conversación que va más allá de simples palabras. Carlos está abriéndose a ti de una forma que nunca imaginaste.
- Es difícil cuando alguien que te importa se aleja así -dices, tratando de empatizar- Pero que tal vez sea algo temporal? Algunas parejas se alejan por un tiempo y luego vuelven y son felices -pero que carajos porque se te ocurre decirle eso al chico que te gusta
Carlos sacude la cabeza con una sonrisa amarga
-No creo. No fue una pelea, era como si ella me contara lo que quiere para su vida, y claramente yo no estoy en sus planes. Y creo que yo la veía de la misma forma, solo algo pasajero- te mira a los ojos y añade- Las cosas cambian, ¿no?
Asientes lentamente, sabiendo exactamente a qué se refiere. Porque, de alguna manera, tú también habías cambiado. Antes Carlos era simplemente el hermano menor de Fernando, alguien con quien creciste en el mismo vecindario, pero nada más. Y ahora, sin que te dieras cuenta, tus sentimientos por él se habían vuelto algo diferentes. Lo miras, sintiendo que la conversación está tomando un rumbo más profundo de lo que esperabas.
Carlos suspira otra vez, más sostenido como si soltarlo todo le hubiera aliviado un poco.
-Gracias por escucharme, de verdad. -Su voz suena más suave, más vulnerable.
-Claro, para eso estoy. Si necesitas hablar, ya sabes dónde encontrarme - respondes con una sonrisa pequeña, sincera, pero mientras dices esas palabras, tu mente ya está perdiéndose en otro lugar.
Mientras él sigue hablando, tu atención comienza a diluirse. Lo ves moviendo los labios, diciendo algo sobre lo difícil que es terminar con alguien, pero ya no escuchas. En tu cabeza, la imagen de Carlos sigue cambiando, y sin poder controlarlo, empiezas a imaginarte besándolo. Otra vez, esos labios carnosos que tanto te atraen pasan al centro de tus pensamientos. Te imaginas acercándote, reduciendo la distancia que los separa, y por un momento, parece tan real que casi puedes sentirlo.
Pero no es real. Están a metros de distancia, cada uno en su respectiva ventana. Cuando vuelves a la realidad, Carlos está terminando su confesión, aunque no has escuchado las últimas palabras. Solo asientes ligeramente, aún perdida en tus fantasías.
Carlos te observa, y algo en sus ojos te dice que él también siente que algo ha cambiado entre ustedes. Aunque no lo menciona, se queda ahí un poco más,compartiendo el momento en silencio, sin incomodarse.
-Bueno, supongo que debería irme -dice finalmente, rompiendo el silencio- Gracias otra vez por escucharme.
-Cuando quieras -respondes suavemente, y antes de que puedas agregar algo más, él te dedica una última mirada, mezcla de gratitud y algo más que no terminas de descifrar, antes de volver al interior de su casa. Ahogandote en la almohada liberando la emoción de ese momento, HABÍA TERMINADO CON SU NOVIA!!!!
🌶️En mi mente estaba sonando vivir así es morir de amor, espero disfruten la historia
🌶️Dejen su apoyo, comentario o sugerencia, muchas gracias 🩷
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One shots CS55
Fiksi PenggemarHay muy pocos oneshots dedicados únicamente a Carlos Sainz y como usuaria inconforme he decidido crear los míos. Disfruten del smooth operator