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Pov. Jungkook

Mis ojos apreciaron la sala iluminada por las luces doradas que había puesto de decoración en lugar de lo que iban a ser velas, estas últimas siendo totalmente descartadas, ya que primero iría a un restaurante con Tae para posteriormente regresar a mi apartamento, razón por la que no quería dejar nada que pudiese incendiar mi preciada vivienda.

Las luces adornaban tanto el amueblado como el piso haciendo un camino que iba en dirección a la sala y se abría rodeando la mesa, en el centro se encontraba una gran torta aún en su paquete acompañada de champaña y otras golosinas, pétalos de rosas decorando la mesa haciendo que el ambiente se volviese más romántico y una cajita de terciopelo que contenía una bella cadena con un pequeño dije en forma de sol el cual se unía de forma perfecta con la luna que colgaba de mi cuello. Exacto, había comprado un collar de pareja, iba a comprar anillos, pero Nam y Chris no me dejaron, diciendo que esos eran para el otro gran paso más adelante.

Al otro lado de la sala se encontraba el piano color blanco de mi amigo, no era uno enorme con exactitud, pero sí había sido lo bastante grande como para que nos reuniéramos todos para sacarlo de la casa de Nam y ponerlo en la mía. Un gran esfuerzo si se me permite decir, además de que los chicos aprovecharon aquello para sacar una cena a mi cuenta, no sabía que el préstamo del piano de un amigo cercano saldría tan caro.

Contento con el resultado y acomodando últimos detalles, corrí a tomar una ducha porque ya casi era la hora de ir al lugar donde nos encontraríamos; con una ducha rápida, tomé mis jeans negros ajustados, una camisa formal negra con estampado pequeño y repetitivo blanco, y finalmente un bléiser negro completando el traje. Me puse rápidamente los zapatos formales negros y como mi cabello estaba lo bastante largo como para recogerlo en una moña así lo hice.

Un poco apresurado tomé las llaves de mi motocicleta, del apartamento y la caja de terciopelo metiéndola en el bolsillo de mi pantalón, cerré con llave y bajé por el ascensor hasta el parqueadero donde se encontraba mi moto.

Me aseguré de tener el otro casco para Tae, sonriendo al solo imaginar cómo sus manos rodearían mi cintura cuando estuviera en marcha.

"Con tal de tener sus manos sobre mi cuerpo, estoy bien servido"

"Concuerdo contigo"

"¿Y ese milagro?"

Rodé los ojos ante su respuesta y encendí la motocicleta saliendo del conjunto de apartamentos. Conducí hasta el restaurante donde hice reservación, además de ser nuestro punto de encuentro. Cuando aparqué la motocicleta y entré, una amable señora beta me recibió, di mi nombre que fue con el que reservé y esta lo buscó en la lista. Cuando lo encontró me guió a la mesa y pedí un vaso con agua para esperar a Tae.

Una media hora había pasado desde la hora acordada de nuestro encuentro y con el corazón aún en la boca lo excusé por su trabajo. Sabía que Taehyung se mantenía bastante ocupado, después de todo era nada más y nada menos que el secretario del Ceo de PROMISE, una de las más grandes empresas de moda del país y del mundo, obviamente tenía un saturado trabajo, ya hablaría con Jimin para que no fuese tan duro con él.

Una hora, había pasado una hora y la señora que me atendió me ofrecía una segunda copa de vino con un gesto algo dramático para mi gusto. Acepté la copa y seguí en mi espera, mirando mi alrededor, pasando mi mirada por la decoración del restaurante que era algo clásica, antigua como en la época victoriana, escogí especialmente este restaurante porque sus vibras eran similares a las de Taehyung.

Dos horas pasaron, mis llamadas a su teléfono saltaban al buzón de voz y varios mensajes llenos de preocupación lo llenaron, mi ansiedad crecía con cada minuto que pasaba, mi lobo se sentía intranquilo ya que no sabíamos nada acerca de él. Había millones de posibilidades del porqué Tae no había llegado, pero mi lobo y yo nos decantamos por dos, la primera: que le había pasado algo, algún accidente de camino, y la segunda: que simplemente me había dejado plantado, pero hasta que no comprobara que Tae estuviese bien, no tomaría la segunda opción.

Take your hand - Kooktae/TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora