Mi Complemento

Capitulo 2

An

Qué día. Estoy tan exsausta y además tengo que estudiar para el próximo examen. No se me daban tan bien como a Mad. Me sorprendía lo muy inteligente que podía llegar a ser. Me encantaría poder ayudarla. Pero...¿Como un enfermo podía sanar a otro?
Porque aparento estar bien, pero mi vida no lo era. Mad es como la única persona que tengo, pues mi madre falleció y mi padre está encarcelado. Tenía a mi abuela y tía, y, vaya... Para ellas era un estorbo, una inquietud. Mi abuela nunca mostró afecto por mí, y mi tía apenas sabía mi nombre (pues como eran familiares paternas, me odiaban, ya que soy la "herencia" que le dejó mi padre, y tenían que hacerse cargo de mí, de mi familia materna no he sabido nunca, mi madre quedó embarazada de mi padre muy joven, por ende le echaron de la casa, así que mi madre no quería saber de ellos) y ellas decían que mi trabajo era estudiar y ser profesional para pagarle cada centavo que han invertido en mí y en mis estudios.

Así que en comparación de Mad, ella por lo menos tiene a sus padres.
Creo que somos un complemento, ambas necesitamos el afecto de la otra.

Muchas veces me llegaban pensamientos suicidas...pero, gracias a Dios ella siempre ha estado para mí. Es como la hermana que nunca tuve... Es como el amor de mi vida en amistad.

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-Abu. ¿Qué hay de cenar?

Mi abuela frunce el seño y me mira extrañada

-¿Dónde tienes las manos? ¿En el...

-¡Hey, mamá! Cuidado con lo que dices.

Dice mi tía Edna, divertida. Pues disfrutaba que mi abuela fuese grosera conmigo, según ella merecía esto, por ser tan entrometida en sus vidas.

-¿Podría ser más amable? Solo pregunté si había de cenar.

Pregunté enfadada, no soporté su actitud.

-¿Qué no te puedes preparar la cena tú misma? ¿Tienes un problema con eso?

Y ahí estaba mi tía, siendo mi rival como siempre.

-¿Saben qué? Mejor me acuesto sin cenar. Capaz me caiga mal por la malicia que traen ustedes.

-¡Como quieras, perra! ¡Solo sobras en esta casa, nos emociona que ya estás grandecita, a los 18 te largas!

Entré a mi habitación corriendo lo más rápido posible. Las lágrimas caían a por  mis mejillas. No quería seguir escuchando a mi tía. Nunca supe el por era tan grosera conmigo...tan...tan fría. Tan rígida.

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-y, la chica le entró a bofetadas, ya que lo encontró con su prima en la habitación.

Sí, estaba hablando con el amor de mi vida desde el otro lado de la pantalla. Y, no, no era Mad, aunque ella también era el amor de mi vida, pero en amistad. Este es Eddy, mi novio. Aunque era a distancia me sentía muy a gusto con él. Siempre he tenido la esperanza de poder verlo algún día. Él está en Suiza y yo en Ibiza, aunque no traigo el acento muy en mí, sino que es más neutro...o, eso parece.

Eddy siempre estaba para mí, siempre me incitaba a comer y cuidarme. Sabía todo lo que he estado pasando, pero aún así siempre permaneció conmigo. Me da mucho miedo perderlo, que se disguste por la distancia y eso. Pero, lo disfruto mientras pueda.

-Tengo que colgar, osito, ahí viene mi tía. Es muy insoportable. Chau, te amo.

-Te a...

Escondí el teléfono lo más rápido posible, sabía que si se daba cuenta me quitaría el móvil y no quería eso. Según ella las relaciones me distraerán y no podré sacarlas de la "pobreza" si me embarazo o algo.

-¿Qué estás esperando para irte a estudiar? ¿Por qué tienes que ser tan irresponsable en todo?

Ya estaba enfadada, ya conocía ese tono de voz.

-Ya voy, solo estaba revisando algo. Sabes que tengo examen y debo de repasar.

-Bien, date prisa. Tienes que desayunar, anoche no cenaste y no pretendo tener a una anemica en casa. Ya estás muy delgada de por sí.

-¡Ya te dije que sí! ¡Sal de mi habitación!

Grité enfadada. Me molestaba que solo se preocupaba por cómo me veía para no tener que sucumbir a médicos por deshidratación o algo. La odiaba bastante.

(Continuará)