Mi Complemento

Capítulo 9

Estábamos en el receso. Bueno, estaba. Claramente estoy sola.

No volví a ver a An después de que terminó la clase de Matemáticas.

El desayuno que traje no me apetecía del todo. Hice unos brócolis, sí, solo brócolis. Desde aquella vez que An me humilló de esa manera empecé a cuidar de mí. Su comentario afectó muchísimo. Esperaba eso de todas, menos de ella.

—¡Maddie, eres tú!

Oh, oh...

—¿Ostín? ¿Qué haces por aquí?

Fruncí el seño.

—Mmh, estaba con Derek. Él fue a jugar básquet, hoy no estaba con ánimos de jugar así que decidí caminar. Te vi y quise saludarte, por si no es una molestia, claro.

Pues, claro que no es una molestia. ¡Tómame si quieres!

—Oh, claro que no. No me molesta en nada.

Más bien me encanta.

—¿Y no pienses contarme el por qué de tú y An?

Y claro...
Ya veo la razón por la cuál se acercó a mí. Lástima.

—¿Por qué te importa tanto?

Crucé mis brazos en forma de discusión.

Él me miró extrañado.

—Solo quería saber.  Se me hizo muy raro verla con Lucinda y Brianna. Ya sabes, por lo del año pasado. Y, como no estabas con ella, supuse que algo pasó. ¿Puedo saber?

—Eres muy insistente.

Ostín hizo pucheros. ¡Qué asco!

—Si sigues haciendo eso, no te contaré nada.

—Vale, vale.

Sonrió.

—¿Vamos a otro lado o quieres contarme aquí?

—Las paredes tienen oídos
Agregué.

—Vale. Vamos.

🎀******************🎀

—¿Cómo es que An tiene novio? Si está saliendo con Derek.

¿Qué? No podía creer. ¡Y la infiel era yo!

—¿Cómo? ¿Me estás jodiendo?

—Nop. Es la cruda verdad.

Me quedé un poco pensativa.

Ostín hizo sonido con los dedos para sacarme de mis pensamientos.

—Es que...no me lo creo. ¿Desde qué tiempo?

—Desde la semana pasada.

Ya veo...

—De hecho...

Fijé mi atención en Ostín.

Se quedó en completo silencio.

—¿Ajá?...

Pregunté.

—Espera... No me había fijado en tus pecas...o, en tu armonía facial.

Oh, no. No de nuevo. Esos cumplidos para quedar bien no son lo mío.

—Ostín...¿Qué más quieres saber? No necesitas decir bobadas. Te lo puedo contar.

—¡Voy en serio! Eres guapa. Sinceramente.

Rodeé los ojos y suspiré. Me sentía bien, y mal. Sabía que estaba mintiendo, pero tampoco podía negar que me gustaban los halagos. (¡Y más si venían de ese guapote!)

—Por cierto. ¿Irás a la fiesta? Nunca te he visto en una, y quisiera saber si irás a esta.

—De hecho, sí iba. An me había invitado. Sin embargo, no iré. Ya sabes, sola y sin compañía.

—¿Quieres ir conmigo?

¿Ah? ¡¿QUÉ?!

Parpadeé.

—¿Cómo?

—Sí. No tengo con quién ir, entonces, como tú tampoco...

—Primero, me salvaste con Derek, segundo, me otorgaste tu asiento. ¿Y ahora quieres ir  conmigo a una fiesta?
¿Cuánto te dió An? Dime, yo te doy el doble. ¡Dime!

Alterada, me puse de pie. Estaba enojada. Sentía que su comportamiento no era sincero. ¡No a estas alturas!

—Maddie, nadie me dió nada.

—¿Y cómo explicas tu actitud repentina?

Ostín se puso de pie.

—Quiero concerte. Me pareces especial. Única. Las chicas de aquí son muy ordinarias, muy comunes. Tú me pareces distinta, Maddie. Sé que pienses que te estoy vacilando. Pero, quisiera que me des una oportunidad. Por lo menos como amigos.

Ostín tomó mis manos. La suyas estaban taaaan suaves. ¿Acaso no lavaba platos? Me vi muy convencida. Pero, recordé cómo me veía.

—Ya. Pero mi aspecto físico no lo amerita.

Luego de un silencio incómodo, agregó:
—Bien. Discúlpame por esto.

Ostín me besó en la mejilla.

¿Qué?

Sí.

—¡Adiós Maddie! ¡Te veo en la fiesta!

Me quedé en pánico.

¡Mierda! ¡ME HABÍA BESADO!

Maddie. Despierta. ¡Es Ostín! ¡Mira cómo se ve!
¡Eres tú! ¡Mira cómo te ves!

Maldita conciencia.