- ¿El amito necesita algo de Kassie?Regulus miro a su elfina mientras terminaba la carta que le mandaría a Thony, sus vacaciones en la casa estaban siendo no solo aburridas sino lo siguiente.
- Si lo necesitara, te lo pediría ton... - aprende a ser amable escucho las odiosas voces de Bastian y de Thony, más la risa cínica de Nico que lo hicieron rodar los ojos - Tráeme un jugo de limón, y no quiero que sepa agrio.
- Pero... Amito el limón es agrio.
- Inventa un limón que no lo sea entonces, y no aparezcas hasta que lo hagas. - sentía que olvidaba algo. Pensó unos segundos hasta que recordó - Gracias. Lárgate.
La elfina desapareció haciendo que este asienta, hacia su mejor esfuerzo por cambiar, desde que terminó primero no le jugó ninguna broma a Sirius ni a sus tontos amigos que estaban en su casa. No sé acercó ni un centímetro a Potter, ni siquiera lo miraba. El paso más importante de su libreta estaba siendo cumplido por fin. Solo esperaba que siga siendo igual de sencillo ahora que debía pasar más tiempo con los de tercer año.
Su vista cayó en sus libros de objetos encantados que su padre le regaló hace días por terminar Hogwarts con una carta de la vice directora felicitando a Regulus por sus notas.
Lo hojeo unos segundos hasta que se aburrió. Estaba por cumplir doce, debería estar divirtiéndose a lo grande.
¿Quizás debería auto robarse algo y decirle a los elfos que lo busquen hasta que desesperen?
No. Eso sería demasiado cruel. Incluso para él.
Investigar su hogar resultaba una idea tentadora, podría buscar su varita, su madre se la quitó antes de marcharse. Ellos no estaban ahora ya que tenían reuniones en el ministerios o cenas. No escucho cuando su padre les hablo solo supo que no estarían.
Ya sabía que había en cada rincón pero investigar nunca estaría de más.
Salió de su habitación con su pluma y su libreta silbando una melodía que había escuchado el otro día y bajando las escaleras, supuso que quizás los mejores objetos estarían en el sótano. Siempre había o artefactos antiguos que podría vender o usarlos en algún momento.
Abrio su libreta para escribir lo que viera así si debía huir no se olvidaría de nada.
- Veamos... - abrió la puerta de las escaleras del lugar y comenzó a bajar con la poca iluminación que había. Iba a murmurar un lumus pero recordó que no tenía varita así que siguió bajando con cuidado.
Seguia silbando hasta que estuvo frente a la puerta de cobre de su sótano, está estaba más iluminada y sentía la magia de sus padres protegiendo seguramente los tesoros que los Black no eran capaz de guardan en Gringotts como todos los demás normales.
- ¡Mierda, mierda! - cuando entro sintió el tirón en su ser, su magia estaba más complimida y su energía limitada.
Ya no era el sótano anterior. Este tenía algo extraño.
Camino unos pasos hasta que sintio otro tirón ahora más horrible que el anterior, una magia lo guío hasta donde debía estar los estantes de vajillas que poseían dibujos de dragones. Ya no estaban. Ahora había cuadros, un espejo y una caja.
La caja era de un color tan oscuro como la noche, los bordes eran de un color cobre tan desgastado y la magia que desprendía era tan pesada que Regulus la sentia incluso desde su lugar.
- ¿Que será eso?
Iba a irse, lo haría, supo que no debía estar allí pero como si su cuerpo no respondiera las ordenes de su cabeza camino hacia la caja sin importarle que la magia ahora lo estaba sofocando.
Basta. Detente. ¡Ahora!
Lo quería hacer, lo juro por Merlin. Pero su cuerpo y su magia lo seguía tirando hacia allí.
Antes de que pudiera tocar la caja escucho un grito de mujer que lo hizo taparse los oídos y vio como la caja exploto tirandolo al suelo haciendo que Regulus ahora sienta su magia explotar como aquel objeto.
- ¡MIERDA!¡MIERDA! - su cuerpo sintió una descarga de adrenalina y cuando iba a levantarse para irse, en su mano habia algo pesado. Miro creyendo que seguramente alguna parte de la caja le había caído pero no.
Una varita de color marrón oscuro y tenía una enredadera de color negra. Era larga y pesada. No sabía por qué su magia se estaba acoplando.
- Espero que nadie haya escuchado esa explosión....
- ¡Regulus! ¿¡Dónde estás!?
Escucho los gritos de Sirius desde arriba, era más que seguro que sus padres habían vuelto y si lo encontraban allí le quitarían su varita. Otra vez.
Guardo rápidamente la varita extraña en su pantalón y corrió hacia arriba, luego buscaría la forma de devolverla a dónde sea que salió.
- ¿Dónde estabas, Arcturus? - su madre estaba sentada en unos de los sillones frente a la chimenea leyendo el periódico y su padre leía un libro mientras tomaba un té.
- Investigando.
- Espero que no hayas roto nada, ni hayas...
- Ya no, soy más grande y me portare bien. ¿Puedo tener mi varita, madre?
Su madre lo miro haciendo que él tiemble, pero no por la razón de la mirada sino porque sintió su magia agitarse cuando ella asíntio.
- Le diré a un elfo que te la lleve a tu habitación.
- Gracias. - corrió escaleras arriba mientras rogaba a Merlin que ya en su habitación este dicha varita, se cruzó a Sirius que le iba a decir algo pero este lo esquivo - no te molesto, no me molestes Black.
Entro y vio su varita arriba de su cama, supo enseguida que algún elfo al oir a su madre siguió su orden sin esperar que diga otra regla.
Sonrió mientras se acercaba y tomaba su varita firmemente, antes de que diga algun hechizo está exploto en dos pedazos haciendo que la suelte enseguida y caiga al suelo.
- Doble mierda, es culpa de Sirius.
[***]
- ¿Listo para su segundo año amo Regulus?
El chico dejo su túnica arriba de su cama mientras tomaba su cuaderno rojo y la pluma al lado. Su cama estaba hecha desde las seis de la mañana. Tomo la manzana verde en su mano que estaba en su escritorio y la mordió despreocupado.
- Tengo más ropa, ve a buscarla. Ahora.- musito haciendo una seña para que se apure.
El elfo asintió y desapareció, antes de que vuelva Regulus dejo la manzana a un lado, de su pantalón tomo su varita destruida sin poder creerlo aún, ya habían pasado dos semanas. Tenía que conseguir respuestas.
Trago en seco sabiendo que estaba en problemas, la varita que estaba debajo de su almohada aún le asustaba como la mierda.
- No se que carajo paso y por Merlin espero que alguien lo sepa porque al fin le estoy tomando cariño a la vida.
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Regulus Black y la varita de Dianna Kung
FanfictionRegulus ya está en segundo año, sus decisiones siguen siendo cruciales solo que ahora tiene otro problema. La vida no es fácil y él ya debería saberlo.