Cuatro: Soy un raro.

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— ¿Y bien? — Bastian se mordía las uñas mientras los tres esperaban fuera de la oficina de Dumbledore. Desde que llegaron no había dicho ni una sola palabra mas que "lo lamento".

— No lo sé. ¿Okey? Solo... Paso tan rápido. Estábamos conociendo a la profesora de adivinación y escuchando sobre la materia, cuando voltee Thony miraba de forma horrible a Crouch que estaba frente a nosotros. Ellos simplemente se odian.

Regulus trago en seco mientras volvía a caminar de izquierda a derecha, sus pensamientos en esos momentos no eran los mejores. Tenía miedo, dudas, confusiones. Quería oír la verdad de la boca de Thony y no sentir lastima o pena por Barty si oia algo en su contra.

Pero sabía que su pecho ardía, fue su hermano en la otra vida. Barty corrió por Regulus cuando nadie más lo hizo, se lanzó a los mortífagos por él. Lloro con él cuando se enteró que Regulus era homosexual, y no fue por eso. Sino porque le dijo que odiaba la idea de que alguien lo lastime y él no estuviera para defenderlo.

Barty era su alma gemela. Bartemius ahora era como su padre. Frío y cruel.

Casi sin moral ni ética hacia la justicia. Solo a su beneficio.

— Está bien Bastian. Hiciste lo que pudiste.

— No lo pude defender Reggie, y me estoy detestando por eso. — murmuró el rubio bajando la mirada, Regulus iba a decir algo pero el moreno tomo de los hombros al chico y lo sacudió un poco acercando su rostro al de él.

— Escúchame bien Bastian McLaggen, TÚ. Hiciste lo correcto. Si vuelves a decir que te detesta te obligare a escribir en veinte pergaminos que eres el mejor, ¿Entendido?. — el rostro serio de Nico le basto para saber que hablaba muy enserio. — Prometo que destruiré a Crouch cuando baje.

— Ya lo repetiste como veinte veces Nico.

— No me importa Rex. Iré uno por uno y los destruiré si Thony me dice que Crouch lo molesto primero.

Regulus asintio mientras escucharon la puerta abrirse, vieron a Barty salir con una mirada molesta. Cuando volteo a ver a Regulus este intento no darle alguna mirada de pena solo lo miro fijo y no se movió cuando el chico se le acercó.

— Me importa una mierda que seas hijo de Orión Black niño, haré que junto con tu amiguito se retuerzan en la mierda. — Anthony empujó a Barty haciendo que este se le acerque de nuevo pero el castaño se paró firme delante de Regulus. Barty tenía la misma altura que en su antigua vida, y media lo mismo que Regulus, eso se notaba que no cambiaba. En cambio Thony era unos centímetros más alto.  — ¿Qué?¿Black no se puede defender, gatito?

— Cállate — exclamó de mala manera, la tensión y el rostro era algo que ninguno de los tres antes había visto. — Ya oíste a Dumbledore si haces algo...

— No soy el único que está jodido, Green. — el labio de Barty ya no estaba hinchado pero si rojo y casi violeta, así que cuando se pasó la lengua por allí volvio a maldecir. — Ni me hables, yo te buscaré para el castigo.

Los dos se siguieron mirando de mala manera hasta que él Slytherin se marchó dejando el ambiente más tranquilo. Los tres vieron como Thony se relajaba de manera abismal.

— ¿Thony?

El chico suspiro mientras volteaba a verlos y se rascaba la cabeza. Había algo en él que Regulus no termina de entender.

Thony estaba sonriendo

¡THONY ESTABA SONRIENDO!

— Si les digo que él que comenzó todo fui yo... ¿Del uno al diez, que tan molestos estarían? — los tres se miraron entre si mientras contestaban.

Regulus Black y la varita de Dianna KungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora