Regulus Black y la varita de Dianna Kung

Ocho: Cachorro.

- Bienvenidos amigos al primer partido de la temporada de Quidditch, águilas contra leones. Leones contra águilas.

Regulus suspiro de forma dramática al sentir su uniforme apretar su pecho y la multitud gritando. Esperaba poder atrapar rápido la Snitch, debía buscar a Barty y conseguir que no lastime a Thony. Sabía que el niño tenía una obsesión pero dentro de lo que cabe no era simplemente su culpa.

- ¿Nervioso? - la voz de Ross sonó a su costado mientras apretaba su guante. Él era guardian, veía a Longbottom preparando su bate al igual que Morgan, ambos bromeaban entre si. McKinnon, McDonald y Potter también se arreglaban sus guantes, las chicas hablaban entre ellas y notaba a Potter espiar la cancha de Quidditch seguramente buscando a alguien. Trago en seco, el único de segundo era él.

- Es mi primer partido - siendo Gryffindor.

- Tranquilo Regulus todos tuvimos nuestros inicios - Murmuró Morgan sonriéndole de forma amistosa.

- Si, Gabriel se cayó de la escoba en su primer partido y para ser peor, él era nuestro guardian, fue la primera y ultima vez que fue guardian. - todos se rieron ,incluyendolo, al ver a Morgan ponerse rojo mirando molesto a Longbottom.

- ¡Ja! Simpático. Recuerdame de que color era la túnica de Ravenclaw porque si veo un pelo castaño podría decir que me confundi de rival y darte un golpe.

Ambos empezaron a decirse muchas cosas en broma hasta que Ross tuvo que ir a separarlos de mala gana dejando a Regulus solo. No necesitaba que se quede a su lado, no necesitaba a nadie.

- Suerte. - la voz de Potter está vez sonó más cerca haciendo que él voltee a verlo, el pelinegro le sonreía de forma amistosa a pesar de lo que había pasado la última vez.

- Gracias. - susurro queriendo no volver a sentir su cuerpo cosquillear - Tu igual.

- Baby Black, haz lo que tú crees correcto, no te sobreexigas.

- Lo se. - trago en seco al ver al chico cada vez más cerca, ¿En qué jodido momento debían salir?

- Se que lo sabes. Pero si llegas a caer solo di mi nombre, estaré ahí para atraparte ¿Si?

Regulus asintio sin dejar de verlo hasta que la voz en los parlantes los nombró, suspirando tomo su escoba del suelo y comenzó a caminar detrás de Longbottom quien le sonrió cuando volteo. El pasillo era largo solo escuchaba los gritos de aliento o festejo.

- No estés asustado Black, al menos no jugamos con las serpientes.

- El enemigo número uno, si atrapará primero la Snitch el imbécil de Díaz. Frank no te hablaría por meses - el castaño no dijo nada para contradecir al pelirrojo entonces supo que era cierto.

- Aquí vamos otra vez.

- Cállate Marlene, ya te dije que lo detesto por otras cuestiones.

- Si, y las cuestiones me parecen absurdas. Ni siquiera te gusta que respire tu mismo aire Longbottom.

¿Que mierda tenían los Gryffindor con los Slytherin?

Eso era algo que siempre se preguntó, en un punto de niño creyó que era rivalidad pero cuando comenzó a crecer se dió cuenta que aveces era obsesión. No era normal el odio. Existía la impotencia o la rivalidad pero eso ya rozaba lo obsesivo extremo.