Regulus Black y la varita de Dianna Kung

Cinco: Eres su mejor amigo.

— ¿Estás seguro que estás bien?

No. Había pasado una semana desde que había discutido con Potter y este mismo lo había amenzado. Regulus se debió reír si no fuese porque no lo amenazó a él sino también a Ross.

— Si Bas. Dijiste que habías descubierto algo de la varita. — asintió energéticamente mientras tomaba de la manga a Regulus y lo tironeaba hacia el lugar que él el año pasado había elegido para leer.

— Este libro — le acercó un libro bastante extenso, casi de diez mil páginas o más, el pelinegro veía asombrado al chico — Habla de varitas de magos antiguos. No leí todo, no me veas así. Necesito quizás un mes o menos si no nos envían mucha tarea.

— ¿De dónde lo sacaste? — murmuró y al instante noto al chico ponerse tenso, le iba a preguntar que pasa pero su voz sonó enseguida.

— Una chica de cuarto me preguntó por Nico y solo le dije dónde práctica él, le di algo y ella me dio algo. Un trato justo.

— Bastian, ¿Vendiste a Nico? — Bastian se acomodo en la silla frente suyo e hizo un ademán que demostró desinterés pero su rostro era indecifrable.

— Vender, no lo diría así, me hace sonar como un monstruo. Solo... No necesita pasar todo el tiempo conmigo. No soy un bebé. — murmuró Bas haciendo que Regulus asienta, desde lo de Thony y Barty, el moreno estaba más insistente en cuidar a Bastian. Decía que los imbéciles de Slytherin iría por el más indefenso. Y Bastian al ser el más pequeño de edad y de altura era un blanco fácil.

— A él le gusta pasar tiempo contigo. — la sonrisa instantánea de Bastian hizo que Regulus también sonría creyendo que la amistad de ellos era así.

Que equivocado estaba.

[***]

— ¿Cansado? — la voz de Ross lo hizo voltear, ya estaba harto de las prácticas individuales. Mary y Marlene le habían dicho que eran horribles. Ross los obligaba a practicar siendo guardianes, cazadores, buscadores. Decía que no perdería jugadores.

— Soy buscador, lanzarme Quaffle no sirve, Ross. Esto es absurdo. Sería más eficaz si me enseñas a ser más rápido.

— Black, soy el maldito capitán, si mi guardian cae necesito que mi buscador, mis golpeadores o cazadores sean brillantes. No rápidos Borreguito, astutos e imparables. Si quisiera que todos fueran rápidos no les daría un día de descanso. Estarían practicando sin parar como los Slytherin o los Ravenclaw hasta caer inconscientes. — el chico le sonrió de nuevo mientras se estiraba y miraba el cielo, Regulus no creía que un chico fuera lindo, hasta que conoció a Teo Ross. Era no solo lindo físicamente, sino que amable y gentil. — Iré a saludar a Potter y ver si se nos une o solo estará parado allí.

Siguió la mirada de Ross hasta que vio a Potter parado cerca de las gradas, el chico lo vio enojado, él creía que Regulus seguiría sus ordenes al pie de la letra pero estaba muy confundido si era asi. No necesitaba un hermano mayor celoso.

Así estaba actuando Potter como un idiota celoso.

Siguió a Ross detrás mientras este se acercaba más a Potter que camino hacia ellos de forma despreocupada.

— ¿Cómo estás, James?¿Vienes a entrenar? La semana pasada te dije que te tocaba a ti despues de Black pero...

— Tu hermano está buscandote. — la voz seca de Potter corto a Ross quien miro a Regulus sorprendido. El menor quería reir porque así actuaba un imbécil y Potter lo estaba siendo.