Naruto Uzumaki Namikaze es un prodigio que siempre fue considerado la oveja negra de su familia, dejado de lado debido al favoritismo de sus padres hacia sus hermanos. Poco saben ellos que cada acto tiene sus consecuencias.
ACLARACIONES IMPORTANTES...
En lo profundo de una cueva alejada de Konoha, una de las aldeas mas poderosas del mundo ninja se podia ver a una mujer pelirroja dando a luz, a su lado derecho estaba la enfermera, mientras en el lado izquierdo se encontraba su marido un rubio de ojos azules como el cielo despejado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Enfermera: ¡Vamos, Kushina-sama, empuje! ¡Ya casi está!
Kushina Uzumaki, conocida como la Habanera Sangrienta por sus hazañas en la tercera gran guerra ninja, esposa de Minato Namikaze, el Yondaime Hokage también conocido como el Rayo Amarillo de Konoha, estaba dando a luz.
Kushina: ¡SÉ QUE TENGO QUE EMPUJAR MÁS, PERO ES MÁS FÁCIL DECIRLO QUE HACERLO, BIWAKO! - gritó mientras apretaba con fuerza la mano de su marido, quien gemía de dolor.
Minato: Mi... maldita mano... se está... desquebrajando... Ayu...da... ¡Se... rompe! - murmuró con un gemido mientras lágrimas rodaban por sus mejillas.
Varias horas después, los llantos de tres bebés y de un hombre rubio con la mano en una posición antinatural resonaron en toda la habitación.
Biwako: ¡Kushina-sama, son hermosos! - exclamó con una sonrisa.
Kushina: Déjamelos ver, por favor - suplicó con ojos ansiosos y una voz temblorosa.
Biwako: Aquí está el primogénito - dijo, entregándole un bebé pelirrojo con profundos ojos azules.
Kushina asintió y tomó en brazos al bebé, mirándolo con lágrimas de felicidad en los ojos.
Kushina: Es hermoso. Seguro de mayor serás un rompecorazones, Naruto - comentó con una sonrisa llena de amor mientras pasaba al bebé a Minato, que seguía llorando, pero ahora de felicidad por tener a tres hermosas criaturas.
Biwako: Aquí va el segundo, Kushina-sama. - dijo, entregándole un bebé rubio con ojos azules como el cielo. Kushina tomó al segundo bebé, sus ojos llenos de ternura.
Kushina: Este es igual a su padre. No se quedará atrás, ¿verdad, Menma? - dijo en broma, riendo suavemente al bebé que solo lloraba. Luego, se lo entregó a Minato nuevamente.
Biwako: Ahora va la tercera - anunció, entregándole una bebé pelirroja con ojos violeta-grisáceos.
Kushina tomó a la tercera bebé y la miró con asombro, como si estuviera viendo un reflejo de sí misma.
Kushina: Es muy hermosa. Con esos ojos, seguramente tendrás un club de fans, Mito - dijo con una sonrisa orgullosa.
Biwako: Lo siento por interrumpir este momento tan emotivo, pero necesito hacerles la revisión - dijo con tono profesional, mientras tomaba a los bebés de los brazos de Kushina y Minato, quien había dejado de llorar.
