ELLA
Al final, mi agotamiento me salva, no me había dado cuenta de lo agotadora que fue la noche, pero la presión adicional de hacer nuestro espectáculo para los reporteros debe haber tenido un mayor impacto del que esperaba.
Me quedo dormida casi tan pronto como mi cabeza toca la almohada, pero, como el destino lo tendría, ni siquiera puedo escapar de Sinclair en mis sueños esta noche.
Sé que estoy soñando desde el principio, todavía estoy en la cama de Sinclair, pero ya no está en su opulenta mansión, está en medio de un bosque estrellado, con cada más que árboles y naturaleza a su alrededor hasta donde alcanza la vista.
Estoy usando un sencillo negligé blanco, más evidencia de que esto no es real, no tengo nada parecido, una brisa fresca acaricia mi piel, llevando el aroma de los abetos y el musgo, ámbar rico y Sinclair.
Reconocería ese aroma en cualquier lugar, aunque aún no puedo verlo.
Él aparece lentamente, acercándose a mí a través de la oscuridad, sus ojos verdes brillando ente los árboles, solo lleva un par de pantalones negros sencillos, y por primera vez no me siento tímida la apreciar su hermoso físico. Siempre he apartado la mirada cuando se desnuda frente a mí, no es que esto me impida sentir sus músculos o el miembro enorme entre sus piernas cuando nuestros cuerpos están juntos en la cama, pero ahora miro fijamente, recorriendo con la mirada los ásperos rasgos de su rostro y los contornos de su pecho.
Su alta estatura está cubierta de músculos que la mayoría de los hombres humanos solo pueden soñar, algunos de los cuales ni siquiera sabía que existían.
-Hola, hermosa-, me saluda Sinclair con voz ronca, acercándose sigilosamente con cada respiración entrecortada que tomo, su torso desnudo brillando a la luz de la Luna-, ¿no tuviste suficiente de mí cuando estabas despierta?
-¿Cómo podría?-, hago un pequeño puchero, sintiéndome completamente incapaz de expresar mi malhumor.
-Me provocaste toda la noche y no he tenido ningún alivio, ¡es tortura!
-No es fácil para mí tampoco-, murmura comprensivamente, subiendo a la gran cama, se mueve con una gracia letal, arrastrándose sobre las suaves sábanas hasta que está lo suficientemente cerca como para tocarme, lo cual hace de inmediato, se acuesta de lado, animándome a descansar en el circulo protector de sus brazos, no resisto, me deslizo en su brazo tan fácilmente como respiro, sintiéndome completamente en casa con este hombre peligroso envolviéndome.
Parece extraño pensar que me aterrorizaba hace un mes, ahora él es mi refugio seguro.
-No es lo mismo-, insisto, mirándolo desde debajo de mis pestañas.
-¿Por qué no? -Sinclair pregunta, apartando el cabello de mi rostro.
-No sabes el efecto que tienes en mí-, confieso, acercándome un poco más. Puede que esté dormida, pero mis pechos todavía están doloridos y mi sexo hinchado y goteando de necesidad.
Es bastante liberador poder frotarme contra Sinclair sin temor a la vergüenza o preocupaciones sobre abrir una lata de gusanos.
-Dime-, gruñe él, con la voz profunda y ronca, una de sus enormes manos se enreda en mi cabello, formando un puño en los largos y sedosos mechones, mientras la otra desciende sobre mi trasero, acercando mis caderas, hasta que el pulsante nudo de nervios en el centro de mis piernas está justo contra su dureza.
-Incluso el más mínimo roce me enciende-, me quejo, -tomar mi mano se siente más íntimo y excitante que cuando otro hombre me besa.
-¿Y cuando te beso? -Sinclair pregunta, animándome a moverme contra él, guiando mis caderas para que se balanceen contra las suyas.
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Alfa Dom y Su Sustituta Humana .
WerewolfMi marido me engañó con mi mejor amiga. Me envenenó con píldoras anticonceptivas. Para tener mi última oportunidad de tener un bebé, decidí buscar un donante, pero ocurrió un accidente y ¡ahora estoy embarazada del multimillonario más desalmado! ¿y...