Capítulo 60 -Sueños compartidos.

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ELLA:

Sinclair me está observando luchar con la idea de que de alguna manera compartió mi sueño, que él sabe todo lo que dije, secretos que nunca admitiría si hubiera sabido que él no era más que una fantasía que mi cerebro dormido inventó, acabo de admitir cuánto me atrae, cuánto me excita, no puedo creer lo descaradamente que me froté contra él, casi suplicándole que hiciera el amor conmigo.

Supliqué, me doy cuenta tardíamente, y él se fue, se alejó a pesar de que yo estaba a su disposición.

Debe haber pensado que mi comportamiento era patético, él había querido besarme en el pasado, incluso dijo que me quería en el sueño, pero eso fue antes de que me rebajara de esa manera, supongo que ese tipo de cosas no es apropiado para una Luna en absoluto.

De repente, la voz de Mike suena en mi cabeza y recuerdo cómo me menospreció por gustarme el sexo.

Eres impresionante, Ella, pero eres demasiado ansiosa, los hombres no quieren a una chica que se abre de piernas a la primera oportunidad, muestra un poco de clase.

Nunca se dio cuenta de que era la intimidad física lo que me gustaba, nunca conectó los puntos de que el sexo con él era más sobre concepción y cercanía que sobre placer, sería diferente con Sinclair, puedo decir eso.

Encuentro más placer con él en los juegos previos de lo que encontré con Mike en diez años juntos, ha desperado partes de mi cuerpo que ni siquiera sabía que existían, y ahora él lo sabe.

Sinclair todavía me acaricia y me mima, y no puedo soportarlo, tengo que poner algo de distancia entre nosotros o perderé el control, me aparto de sus brazos y él me deja ir, otra vez, gime la vocecita en mi cabeza.

Salgo de la cama y aunque mis mejillas ya están inundadas de calor, puedo sentir que me ruborizo aún más.

-Yo, tú, ¿eso fue real?-, tartamudeo, tratando de comprender lo imposible.

-No fue un sueño-, explica Sinclair, -pero lo compartimos, las parejas vinculadas a menudo se visitan en sus sueños.

-Pero no somos pareja, ni siquiera soy una loba-, protesto-, ¿cómo sucedió esto?

-Como dijiste, debe ser otro regalo del bebé-, responde Sinclair con facilidad.

-Así que sabías, desde el principio, que era real-, exclamo, mi vergüenza rápidamente dan paso a la indignación, -¡y que yo no tenía ni idea!

-Sí-, confirma seriamente, -lo sabía.

-¿Por qué no me lo dijiste? -estalló, sintiendo que podría llorar, -¡Tenías que saber que no habría dicho ni hecho esas cosas si lo hubiera sabido!, ¡Estaba vulnerable y tú te aprovechaste!

Sinclair se levanta de la cama, desplegando su gran cuerpo y acechándome. Ahora puedo ver que no está tan indiferente ante esta situación como pensé inicialmente, sus ojos están ardiendo y sus músculos están tensos, sus manos están cerradas en puños apretados y su voz es baja y ronca.

-Ella, podría ser un hombre lobo, pero incluso mis habilidades tienen límites-, ruge.

-Tendría que estar muerto para no responder a una invitación tan tentadora, y tú me llamaste a tu sueño, no al revés, me deje llevar por el momento, al igual que tú, no pude resistirme, hasta que me recordaste que no entiendes nuestras costumbres. -¿Cómo pude haberte llamado a mi sueño, cuando ni siquiera sabía que lo estaba haciendo?-, pregunto, la confusión me envuelve en una densa niebla. -¿Y por qué viniste?

-Porque quería-, responde Sinclair, con la mandíbula tan apretada que el músculo le tiembla,- decía la verdad sobre el poder que tienes sobre mí, Ella. Puedo ocultarte algunas cosas, pero no digo mentiras. No menciono cosas que no signifiquen nada, ni siquiera en sueños.

Alfa Dom y Su Sustituta Humana .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora